La campaña de trigo 2023/24 ya comenzó con complicaciones desde el principio. Luego de la histórica sequía del verano pasado, el otoño dejó lluvias muy por debajo de lo normal, afectando seriamente la humedad disponible para avanzar con las siembras con normalidad.
Es por ello que las coberturas en la nueva campaña cayeron 7% interanual y se terminaron sembrando 5,4 millones de hectáreas a nivel nacional, o sea, 400.000 hectáreas menos que el año anterior y muy lejos del récord de 20 años de la 2021/22 de 6,9 millones de hectáreas.
No conforme con ello, el patrón climático seco se sostuvo durante prácticamente todo el segundo semestre del año, por lo que los cultivos se desarrollaron en un ambiente desfavorable.
Por esto motivos la estimación nacional de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) sobre trigo se sitúa en 13,5 millones de toneladas, muy lejos de las 17 Mtn que se pensaban obtener en un escenario normal a inicios de las siembras.
Esto también genera un impacto sustancial en las exportaciones proyectadas para el ciclo comercial 2023/24, que generarían el doble de dólares del año pasado, pero la mitad del 2021.
Exportaciones de trigo de Argentina
Tal como se puede observar en el gráfico de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se proyecta que el volumen total exportado en la nueva campaña pueda alcanzar 8,7 millones de toneladas, prácticamente el triple de la campaña pasada, pero la mitad del 2021/2022.
"Si bien este número queda lejos de los más de 12 Mt que Argentina exportó, en promedio, en los 5 años previos (2017-2022), queda muy por encima de los 3,2 Mt enviados al exterior en el ciclo que finaliza", indica la Bolsa.
En base a esta proyección de volumen total a exportar en el nuevo ciclo y a los precios FOB vigentes para embarque durante el próximo año, se estima que el cereal está en condiciones de aportar 2.240 millones de dólares por el grano enviado al exterior, más del doble del aporte generado en la 2022/23 y un monto similar al aporte realizado entre la 2016/17 y la 2020/21.
