El presidente electo, Javier Milei, reafirmó ayer que tiene un plan de privatizaciones: "Todo lo que pueda estar en manos del sector privado va a estar en manos del sector privado". Para el dirigente de ultra derecha que asumirá la jefatura del Estado argentino, "se ha probado que todo lo que hace el sector público lo hace mal".
"AySA en manos del sector privado funcionaba muy bien, los ferrocarriles cuando eran privados funcionaban muy bien", argumentó. De esta forma, el próximo mandatario sumó a su plan de privatización a estos dos sectores (Agua y Saneamientos Argentinos y Trenes Argentinos) a otras cinco empresas que pertenecen al Estado nacional: YPF, Aerolíneas Argentinas (pasaría a manos de los empleados), Tv Pública, Radio Nacional y Télam.
Las metas del Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) son tan claras como controversiales: achicar el déficit para desprenderse de compañías que demandan de fondos del Estado y algunas generan pérdidas. Sin embargo, en términos jurídicos y técnicos el plan de privatización tiene diferentes trabas legales para cada empresa, aunque los especialistas aseguran que no se puedan solucionar.
Así, Javier Milei recupera el legado de Carlos Menem, a quien considera "el mejor presidente de la historia, por escándalo". Fue el riojano quien en los '90 privatizó la televisión, las radios, los teléfonos, la concesión vial y ferroviaria, el sistema del peaje, Aerolíneas Argentinas, el Subte, el Gas del Estado, la propia YPF, el CEAMSE, la Casa de la Moneda, el Banco Hipotecario, SEGBA y la Petroquímica Río Tercero, entre otras sociedades del Estado.