En medio de la polémica desatada en los últimos días por las cancelaciones de reservas hoteleras y los pedidos de organizaciones y legisladores para que su show no se hiciera, Roger Waters, líder y cerebro creativo de la emblemática Pink Floyd, tocó anoche en River y volverá a hacerlo hoy.

En línea con su característico posicionamiento antibelicista, antiimperialista, y declaradamente anticapitalista, Roger Waters generó reacciones en las últimas semanas por sus dichos sobre la situación en Gaza. El músico había cuestionado la versión de Israel sobre los sucesos del 7 de octubre así como reivindicado el “derecho del pueblo palestino a defenderse”, lo cual le valió declaraciones de repudio.

Algo similar le ocurrió en Uruguay, donde, como acá, varios hoteles le cancelaron la reserva en señal de rechazo. En el país vecino, le contestó al presidente de la Comunidad Judía uruguaya por intentar bloquear sus conciertos y sostuvo que Israel está asesinando al pueblo palestino, con lo cual la DAIA pidió la suspensión de sus shows en Argentina.

En la previa del concierto de ayer, la Justicia decidió no cancelar el espectáculo pero sí ordenarle que se abstenga de pronunciar declaraciones “antisemitas y discriminatorias”.

De este modo, anoche se celebró el primero de dos conciertos de la gira “This is not a drill” (esto no es un simulacro), que comenzó con una voz en off que hacía advertencias emulando la previa de una obra de teatro y con una particular frase en la voz del propio Waters: "Si sos de los que dicen 'me encanta Pink Floyd pero no soporto las opiniones políticas de Roger', harías bien en irte a la mierda".

Por la pantalla desfilaban imágenes de represiones y bombardeos, mientras que en algún momento pasaron los rostros de los presidentes de Estados Unidos de Ronald Reagan en adelante, a los cuales se calificó de “criminales de guerra”.

En cuanto a lo propiamente musical, el artista hizo un recorrido por su historia en Pink Floyd a través de tres bloques diferenciados con, principalmente, temas de los álbumes The Wall, Wish You Were Here y The Dark Side of the Moon.

La razón por la que no me dejan alojarme es porque creo en los Derechos Humanos.

También hubo lugar para una respuesta más directa a las iniciativas contra su llegada a la Argentina de parte de las empresas hoteleras, cuando Roger Waters dijo la frase “la razón por la que no me dejan alojarme es porque creo en los derechos humanos".

Lo acompañaron el guitarrista Dave Kilminister, los tecladistas Robert Walter y Jon Carin, el también guitarrista Jonathan Wilson, el bajista Gus Seyffert, el baterista Joey Waronker, el saxofonista Seamus Blake y las coristas Amanda Belair y Shanay Johnson.

"Cuando pierdes a alguien que amas te das cuenta que esto no es un simulacro", se leyó en un momento en la pantalla como coronación de las constantes alusiones a Syd Barrett, el exintegrante de Pink Floyd fallecido en 2006, cuya imagen apareció durante todo el recital.

El público empezó a cantar “el que no salta votó a Milei” y “Nunca más”.

Quizás uno de los momentos más destacables de la noche sea el que se produjo en un intervalo en el que, mientras la pantalla instaba a “resistir al capitalismo”, el público empezó a cantar “el que no salta votó a Milei” y “Nunca más”. Tampoco faltaron las alusiones a la causa de Malvinas y, en las pantallas, las leyendas pidiendo que detengan el genocidio en Gaza.

Roger Waters volverá a tocar hoy a la noche, cuando sumará su concierto número 13 en River superando los 12 de los Rolling Stones. El show se podrá seguir en directo por Flow.

Con información y foto de Télam.