El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, contó que ya le comunicó a Anthony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, que su país no tiene ninguna intención de aceptar un alto al fuego en la guerra de Medio Oriente.
Después de una reunión entre ambos líderes, Netanyahu afirmó: "Le dejé claro que vamos a seguir con toda nuestra fuerza. Nos negamos a cualquier alto al fuego que no incluya la liberación de todos nuestros rehenes".
Según el conteo de las fuerzas israelíes, se produjeron 249 secuestros en el ataque terrorista del sábado 7 de octubre, y la inmensa mayoría de ellos siguen atrapados en Gaza por Hamas, el grupo que gobierna el territorio palestino.
Para la ONU, es necesario un "cese temporario de hostilidades" de común acuerdo entre los actores para que la ayuda humanitaria necesaria sea distribuida en áreas específicas por un tiempo determinado, hasta que regresen los ataques. Un alto al fuego, en cambio, es una suspensión de la lucha pensada para un plazo más larga y pensada, en general, como parte de un proceso político.