Sudáfrica dio el gran golpe este domingo en los Cuartos de Final del Mundial de Rugby y eliminó, en un dramático encuentro, a Francia por 29 a 28, con una polémica jugada que se transformó en la controversia más importante del torneo.
Corrían 22 minutos del primer tiempo y estaban empatados a 12 puntos cuando Cheslin Kolbe sorprendió a todo el estadio y bloqueó un tiro libre del fullback Thomas Ramos, que demoró muchísimo en golpear el balón. La acción, muy infrecuente en el rugby, desató de inmediato un debate sobre su legalidad, ya que el árbitro no revisó los videos.
¿Qué dice el reglamento? El contrario debe estar detrás de la línea del ingoal y cuando el pateador empieza a tomar carrera (tiene 90 segundos hasta ejecutar el kick en la conversión) queda habilitado para intentar frustrarle el envío.
Según se pudo ver luego, Ramos dio un paso que el sudafricano interpretó como el comienzo de la carrera y aprovechó para bloquear dos puntos que, a la larga, fueron decisivos para la clasificación de los Springboks, tres veces campeones del torneo.
Independientemente de esta situación en particular, el capitán de Francia, Antoine Dupont, expresó su furia con la actuación arbitral en declaraciones que compartió France 24: “No quiero ser la persona amargada que se queja del árbitro por haber perdido el partido. Hay mucha decepción y frustración, pero estamos impacientes por volver a ver las imágenes. Hay cosas claras que deberían haberse pitado. No creo que el arbitraje haya estado a la altura de lo que estaba en juego hoy”.
No quiero ser la persona amargada que se queja del árbitro por haber perdido el partido. Hay mucha decepción y frustración.
Antoine Dupont
Kolbe, sin embargo, se defendió la legalidad de su bloqueo. "Hice todo según las reglas y dentro de las reglas. Yo estaba detrás de la línea antes de que él comenzara su carrera”, dijo.
Ahora el equipo de los Springboks concentra con la mirada puesta en Inglaterra, próximo rival que enfrentará en la semifinal del próximo sábado. De allí saldrá el rival del otro finalista, que se decidirá el viernes entre Argentina y Nueva Zelanda.