El presidente Alberto Fernández habló por primera vez del escándalo del ex jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, a quien se lo vio en un yate de lujo en Europa con una modelo, y consideró que "lastima mucho la credibilidad política".
"Una actitud como la que vimos realmente salpica y lastima a gente correcta que no piensa en yates en el Mediterráneo, que no piensa en esas cosas y tiene una vida austera", enfatizó el mandatario en diálogo con Radio 10.
En este sentido, Fernández defendió al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien quedó en el ojo de la tormenta tras el escándalo de su subordinado: "Uno puede estar más o menos de acuerdo con Axel, pero es un hombre honesto, que tiene una vida austera".
Respecto de la salida de Insaurralde del Ejecutivo provincial, Alberto Fernández consideró que hubo "una buena reacción" de Kicillof "al pedirle la renuncia". "Son conductas que afectan a la credibilidad política y desde ese lugar lo siento como hombre de la política que soy".
"No creo que en la política seamos una casta. En realidad, la política está llena de gente que quiere hacerle bien a otro, servirle bien, ayudarlo. Lo haremos mejor o peor, pero es la vocación que tenemos", argumentó advirtiendo que el episodio le cae como anillo al dedo al discurso que plantea Javier Milei.
Ayer, tanto Insaurralde como Sofía Clérici quedaron imputados por el delito de lavado de dinero. El fiscal federal Sergio Mola impulsó la investigación en su contra y solicitó una serie de medidas de prueba para analizar el estado patrimonial de los protagonistas del viaje a Marbella. Entre ellas, reclamó la inhibición de sus bienes.
