Una dura polémica enfrenta el gobierno de Justin Trudeau en Canadá tras invitar al presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, a participar en un acto en la Cámara de Comunes en el que se homenajeó de pie- con aplausos de ambos presidentes- a un exoficial nazi que peleó en la Segunda Guerra Mundial contra Rusia.
Se trató de Yaroslav Hunk, que combatió en la Segunda Guerra Mundial a las órdenes del Ejército nazi, en la 14 división del Waffen SS, una organización paramilitar acusada del exterminio de judíos ucranianos y diferentes crímenes de guerra.
Tras el escándalo, el presidente Trudeau se desligó de la responsabilidad y explicó que ni él, ni Zelensky, recibieron ninguna notificación previa sobre este reconocimiento, y culpó al presidente del parlamento, Anthony Rota, de haber organizado el homenaje al criminal de guerra.
“El Parlamento y la oficina del Presidente son independientes del primer ministro y de la Oficina del Primer Ministro. El presidente de la Cámara tenía su propia asignación de asientos para invitados en el discurso del viernes (22 de septiembre), que fueron determinados únicamente por el presidente de la Cámara”, explicaron en un comunicado.
El presidente de la Cámara tenía su propia asignación de asientos para invitados en el discurso del viernes (22 de septiembre), que fueron determinados únicamente por el presidente de la Cámara
La sesión provocó la reacción de varias organizaciones de judíos en Canadá, entre ellos los Amigos del Centro Simon Wiesenthal (FSWC), quienes dijeron en un comunicado el domingo que estaban "profundamente perturbados por el hecho de que el Parlamento canadiense haya reconocido a un veterano ucraniano que sirvió en una unidad militar nazi durante la Segunda Guerra Mundial".
