Una disputa entre dos familias por la posesión de un inmueble en La Plata terminó en una tragedia. Las fuertes discusiones que se generaron por este conflicto familiar llevaron a uno de los involucrados a salir rápidamente, casi escapando de la situación. Trágicamente, en la huida repentina atropelló y mató a su hijo de 7 años.

El hecho ocurrió ayer por la tarde, cuando Alberto Alejandro Bustos, que trabaja en un corralón y hace fletes, fue hasta un lote ubicado en un barrio conocido como El Churrasco, a un costado de la autopista Buenos Aires-La Plata, para retirar algunos bienes que estaban en una casa que habitaba hasta hace poco.

En esa vivienda funcionan dos hogares. En una construcción vivía Bustos con esposa e hijos y, en la otra, su padre. Como el hombre mayor falleció, Alejandro decidió mudarse a otro lugar con su esposa e hijos. Aparentemente, después de esa mudanza otros parientes cercanos habrían ingresado como intrusos al lugar, y Bustos tenía rumores de que también habían empezado a robar muebles.

En este contexto, fue hasta la vivienda con un camión que le prestaron sus empleadores para retirar sus bienes. Al llegar, comenzaron los altercados entre familiares, que según testigos del barrio incluyeron gritos e insultos. Para terminar con la situación, Bustos decidió irse y ordenó a su circulo íntimo a subirse al camión.

En esa maniobra, el pequeño Francisco Bustos, de 7 años, habría resbalado de la cabina y cayó del camión, que lo atropelló mientas circulaba marcha atrás. En medio de los gritos desgarradores, intentaron reanimar al nene, que era arquero de las divisiones inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, y un vecino llamó a emergencias.

Cuando llegó la ambulancia del SAME, Francisco ya estaba muerto. Ramona, la mamá del nene, dijo entre lágrimas que a su marido "lo corrieron con un machete y con armas", por lo que su hijo "se asustó y se metió debajo del camión". "Me lo sacaron a mi hijo, me lo arrebataron, lo único que quiero es vayan todos presos y no salgan más", advirtió la mujer respecto de los familiares que se metieron en la casa.