En la región núcleo las lluvias fallaron y no cubrieron los notes más necesitados, razón por la cual la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que hay dos millones de hectáreas de trigo en riesgo por la falta de agua.
Según indicaron los técnicos, "había grandes expectativas por el agua que podían dejar las tormentas anunciadas para el pasado fin de semana (16 al 18 de setiembre), pero las insistentes alertas por fuertes lluvias no se cumplieron".
El saldo de agua fue muy poco con registros inferiores a los 10 mm como en Santa Teresita o Capital Federal, "fueron solo lloviznas y chaparrones aislados", explicaron.
De esta manera aumenta el temor ante la falta de pronósticos en el corto plazo, que puedan torcer el rumbo de la campaña triguera, sembrar el maíz temprano y tranquilizar una campaña apalancada sobre deuda del 2022/23 y 2023/24.
Expectativas para un trigo en riesgo
Salvo regiones del este de Buenos Aires y Entre Ríos, que durante la primer semana de septiembre sí recibieron lluvias oportunas para alejar el fantasma de una nueva sequía, el resto de las zonas trigueras y, sobre todo, la zona núcleo necesita que se concreten pronósticos positivos.
Para esos casos, la Bolsa sostiene que "recibir 20 a 50 mm detendría el deterioro del trigo y renovaría las expectativas productivas. La incertidumbre de no contar con un trigo que deje margen positivo y, por lo tanto, un ingreso en diciembre para cumplir obligaciones y llegar a marzo no deja dormir al productor que quedó fuera de los acumulados del primer fin de semana de setiembre".
El informe explica además que "en condiciones regulares a malas hay casi 2 de los 5,4 millones de hectáreas implantados con trigo en Argentina. En esas zonas ya hay signos de deterioro y estrés hídrico marcado. En otros casos el cultivo sigue en buenas condiciones, pero 'está aguantando'", afirman los técnicos.