A sus 91 años, murió Fernando Botero, el pintor y escultor colombiano más famoso y reconocido de la historia.
El artista falleció en su casa, en el principado de Mónaco, luego de haber permanecido internado hasta ayer en un hospital de esa ciudad, por una neumonía. El fallecimiento del artista, además, se produce cinco meses después del de su esposa, la artista Sophia Var.
Nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, Botero es una de las figuras más destacadas del panorama artístico mundial, conocido por la voluptuosidad típica de sus figuras y el uso del color de una forma vibrante.
El presidente colombiano Gustavo Petro lamentó la partida del artista en sus redes y escribió: “Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono”.
Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono
Las obras escultóricas de Botero, que han sido subastadas por hasta US$2 millones, le dieron la vuelta al mundo, colocadas en plazas desde Singapur hasta Buenos Aires, pasando por Barcelona, Dubai, Liverpool, Caracas y también Buenos Aires (hay un espléndido torso masculino junto a la Facultad de Derecho de la UBA).
Sus cuadros también destacan por personajes de grandes volúmenes y llegaron a los museos más importantes del mundo.
En Buenos Aires, se puede encontrar su cuadro El Viudo en el Museo de Arte Latinoamericano (MALBA).