Como parte de su paquete de alivio por la devaluación del lunes posterior a las PASO, Sergio Massa decidió suspender por 90 días los aumentos en la medicina prepaga, generando la resistencia de ese sector del sistema de salud. Ahora, las prepagas analizan la posibilidad de implementar copagos y recurrir a medidas judiciales para garantizar los aumentos que quieren llevar a cabo.

El ministro de Economía anunció, con un video en sus redes sociales, que el gobierno decidió "suspender el incremento de la medicina prepaga por los próximos 90 días, para todos aquellos hogares cuyo ingreso no exceda los 2 millones de pesos". Añadió que el objetivo es que "el esfuerzo realizado por los trabajadores y el Estado se vea reflejado en una atención de salud que no afecte el bolsillo del trabajador".

La medida, de acuerdo a fuentes del sector, sorprendió a los empresarios de las prepagas, que no fueron informados ni consultados previamente. Ahora, este sector de la salud se ve enfrentado a un congelamiento de sus ingresos en un momento de aceleración inflacionaria que afecta a sus costos.

Ahora, la Confederación Unión Argentina de Salud-UAS, que nuclea a la mayoría de las Cámaras y Federaciones que agrupan las entidades que prestan servicios de salud a más del 70% de los argentinos, está preparando una reunión de emergencia para discutir la nueva situación.

Entre las prepagas, temen que el desacople entre los costos de los insumos y los ingresos de los prestadores deje a buena parte del sistema de salud en riesgo de sufrir desabastecimiento, empeorando una situación ya complicada por los límites a las importaciones. De esa manera, podría complicarse el acceso a insumos para operaciones de retina, estudios que requieran contraste endovenoso, sondas, catéteres, cánulas de aspiración, equipos de administración de sangre y de soluciones parenterales, equipos para diálisis, agujas para biopsia, puertos para administración de medicamentos oncológicos e insumos oftalmológicos y odontológicos.