El defensor Cristian Lema en contra marcó el único gol del partido de Newell's contra Lanús después de una gran jugada de Cristian Ferreira y Gabriel Heinze terminó el partido con un triunfo abajo del brazo. La satisfacción le duró poco porque se enteró que habían entrado a su casa en el barrio cerrado de Kentucky.
En Funes, ciudad limítrofe de Rosario, los delincuentes no tomaron solo su casa de punto sino también otra propiedad que se encontraba en un lote distinto al de Heinze. Entraron al barrio privado recortando el tejido perimetral del predio.
Cuando la Policía entrevistó al Gringo, el entrenador negó que falten elementos de valor de su casa, no hizo la denuncia y tampoco permitió la entrada al hogar del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), que había sido enviado para realizar pericias por el fiscal Carlos Covani.
Los investigadores estiman que los ladrones actuaron entre el mediodía y la noche del sábado porque durante esas horas ambos propietarios se encontraban afuera de sus hogares. En ambos casos, las que más sufrieron el ataque fueron las puertas de los domicilios ya que no hubo heridos.
En la casa del Gringo fueron violentadas la puerta de ingreso y otra del interior, mientras que en la de sus vecinos dañaron la puerta trasera y así activaron la alarma del domicilio que se activó a las 20:30. En coincidencia con lo declarado por el entrenador, la familia afirmó que no había desorden ni faltaban objetos de valor.
“Entraron a robar a la casa de Heinze y a otra cercana, que está en una zona de Kentucky, cercana a una cancha de golf y a una de fútbol, que da a una calle de tierra del fondo, por donde los ladrones saltaron un alambrado y se metieron en el barrio cerrado”, indicaron fuentes policiales a Aire de Santa Fe.
En el mismo predio poseen sus propiedades, valuadas en hasta 600 mil dólares, Maximiliano Rodríguez, Cristian “Kily” González y la familia de Lionel Messi. Como primera medida, el barrio aumentó la seguridad para garantizar tranquilidad a los vecinos y vecinas.
Un allegado a las empresas de seguridad que prestan servicios en los barrios cerrados de las ciudades de Funes, Roldán y Rosario advirtió al medio santafesino que “cada vez que hay un robo en un country, los encargados declaran que no llegaron a concretar el atraco porque es un desprestigio que entren a robar a un barrio cerrado donde los titulares de esas viviendas pagan una fortuna por el servicio de seguridad 24/7″.