La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) dio a conocer su índice mensual que mide la actividad del inmobiliario rural, que en el caso de julio dejó una medición de 35,71 puntos.
Este número refleja una leve caída de 3 puntos respecto a lo registrado en junio, que si bien es algo esperado por la estacionalidad de los negocios, está muy por debajo del pico histórico de 97,5 puntos de septiembre de 2011.
De esta manera julio de 2023 quedó en sintonía con lo medido en el mismo mes de 2018 y 2021, muy por debajo de 2019 y 2020, pero por encima del promedio de los últimos cinco años, así como también sobre lo registrado en el mismo mes del año pasado.
Cabe destacar que el máximo de actividad durante el año pasado, en un contexto de fuerte sequía se dio en septiembre, tras un agosto positivo, algo que dependiendo de las variables económicas del país, podría también ocurrir en los próximos meses.
Inmobiliario rural entre las PASO
Desde CAIR indicaron que si bien "la tendencia del semestre continúa siendo levemente ascendente, no se sabe cómo impactará en el mercado los recientes resultados de las PASO".
"Pese a que la incertidumbre política y económica, que continuaron siendo un freno para la actividad, la expectativa frente a un cambio político y económico ha generado aumento de consultas, visitas y operaciones concretadas", explicaron.
Y ampliaron: "Continúa registrándose alta inflación en las principales economías mundiales y los inversores buscan la tierra como una alternativa importante para resguardar su capital", algo que también puede cambiar con la devaluación del dólar oficial.
A nivel de campaña fina, todos los contratos de alquileres ya fueron realizados en los meses anteriores, pero a partir de agosto comienza a moverse la actividad del sector en relación a la campaña gruesa.
