Un juzgado civil de la provincia de Jujuy autorizó que un padre y su hijo menor de edad se cambien el apellido porque, al llevarlo en el documento, sufrieron "todo tipo de burlas y bromas de mal gusto". Haciendo su pedido en la justicia, el padre contó que, desde su niñez, debió sufrir insultos y chistes que lo mortificaron de forma crítica, y explicó que quiere evitarle ese sufrimiento a su hijo. El apellido en cuestión no es otro que "Concha".
La jueza Marisa Eliana Rondón, quien falló a favor del hombre, escribió: "En el relato de los hechos, el progenitor A.F. CONCHA manifiesta que con motivo del apellido ha sufrido desde su niñez toda clase de burlas e insultos de parte de un sin número de personas, mortificándolo y afligiéndole de manera severa, al punto de no querer revivir tal situación angustiante en la persona de su hijo".
Argumentando esta solicitud, que tramitó con un proceso sumarísimo (más corto y más sencillo), el padre contó que su hijo "ha sufrido todo tipo de burlas y bromas de mal gusto referidas tanto a él como a su familia" por tener el apellido Concha. Estas agresiones, relató, se centraron en el ámbito escolar y barrial del menor, y le generaron "un gran estado de angustia, modificando su personalidad de manera negativa, transformándolo en una persona introvertida y tímida".
El pedido fue cambiar el apellido de los dos solicitantes por el de la madre del adulto, es decir, la abuela del menor, buscando terminar con las agresiones por el peculiar nombre familiar. Tanto el Ministerio Público Fiscal como la Dirección de Niños, Niñas y Adolescentes le dieron el visto bueno, y la jueza a cargo del caso decidió darle lugar al pedido en cuestión.
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