A solo 10 días de las elecciones anticipadas en Ecuador, asesinaron al candidato a presidente Fernando Villavicencio, de 59 años. El atentado, que conmocionó al país, ocurrió ayer por la tarde en Quito, tras finalizar un acto de campaña. Allí, recibió una ráfaga de disparos mientras subía a su auto.
Fernando Villavicencio no tenía una larga trayectoria en funciones ejecutivas, pero sí contaba con un amplio recorrido en el ámbito político por su labor periodística y su lucha contra la corrupción. Desde adolescente se vinculó a organizaciones sociales indígenas y de trabajadores. Comenzó en el sector sindical y fue líder sindical de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fetrapec), desde donde sentó las bases para su carrera.
Después, incursionó en el periodismo y trabajó en medios de comunicación como el diario El Universo y en la revista Vanguardia. Más tarde, se erigió como dirigente de la Coordinadora de Movimientos Sociales, afiliada al Movimiento Pachakutik, una organización indigenista de izquierda. Desde esta plataforma, empezó a denunciar en 2010 importantes casos de corrupción del gobierno de Rafael Correa.
En este sentido, en varias oportunidades tuvo que esconderse de la persecución judicial y de las amenazas de muerte de las organizaciones narco. Estuvo protegido en el territorio del pueblo indígena de Pastaza, Sarayaku, y también fue asilado político en Perú. Recién regresó a Ecuador en septiembre de 2017.
Gracias a sus denuncias de corrupción, que no dejó de publicar ni siquiera en el exilio, consiguió la reacción de la justicia ecuatoriana y de Estados Unidos: hay exdirigentes del país que están prófugos, presos o procesados por delitos contra la administración pública. Además, esto le permitió tomar impulso para llegar al Parlamento. En 2021, ocupó una banca representando a la Alianza Honestidad.
Desde allí, Fernando Villavicencio lanzó su campaña para ser electo presidente de Ecuador este año. Era uno de los ocho candidatos y, hace pocos días, denunció que tanto él como integrantes de su equipo de trabajo y de seguridad estaban recibiendo amenazas por parte de bandas narco. Finalmente, fue asesinado ayer en un caso que sigue su investigación.
