Dos años atrás pasó lo que parecía imposible. Lionel Messi se iba del Barcelona, contra su voluntad, y su carrera cambió para siempre. "A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales", remarcaron en ese entonces desde el club, en un escueto comunicado.
Ese 8 de agosto de 2021, el 10 se mostró muy angustiado en la conferencia de prensa en la que se despidió y también se lo vio enojado con el elenco catalán. "No sé si se hizo todo lo posible. Yo tengo claro que hice todo lo posible para quedarme, quería quedarme y no se pudo", afirmó entre lágrimas.
En ese momento, después de ganar un título con la Selección Argentina y salir del equipo español, se terminó de afianzar una versión del mejor jugador del mundo que se empezó a gestar después de la Copa América 2019, cuando la Pulga arremetió contra la Conmebol por los fallos arbitrales polémicos después de la semifinal con Brasil.
“Se cansaron de cobrar boludeces durante toda la Copa América y hoy no le cobraron un penal a Otamendi. Es para analizarlo. Ojalá que la Conmebol haga algo, porque nosotros hicimos un sacrificio enorme. Igualmente, no creo que haga nada porque maneja todo Brasil", recalcó, cuatro años atrás.
La apuesta de Messi en PSG y la conversión en jugador -solamente- de selección
Después de su salida del Barcelona, Messi pasó de página y se fue al PSG, en lo que fue una apuesta importante en su carrera. Es que, si bien el elenco francés estaba lleno de estrellas como Kylian Mbappé y Neymar, no tiene historia internacional. Y, claro está, desde ese momento el astro empezó a priorizar totalmente a la Selección Argentina.
Tal es así que en el contrato que firmó puso dos cláusulas importantes: prioridad total para cualquier partido de la Albiceleste, sean estos oficiales (FIFA), amistosos o benéficos. Y la facilitación para que cualquier miembro del personal sanitario, médico o asistencial del departamento de selecciones nacionales del fútbol argentino tenga acceso a todas las instalaciones del PSG para atenderlo frente a cualquier consulta.
En esta nueva versión de selección, se empezó a ver a un Messi mucho más expresivo y conectado con la Scaloneta y, a uno muy disconforme con su equipo, que no ocultaba su malestar a través de sus gestos. Claro está, que los chiflidos de los hinchas del PSG -algo nuevo en su carrera- no ayudaron y lo alejaron cada vez más de la competitividad a nivel clubes. Parecía que el 10 sólo quería estar lejos de París.
Ya con el matrimonio con el PSG roto y después de la obtención del Mundial de Qatar -donde se afianzó aún más su disfrute con la Selección-, el exfutbolista del Barcelona se escapó de los festejos del equipo de la capital francesa después de ganar el título local.
Messi completó el fútbol y se fue a disfrutar a Miami
Obviamente, a pesar de tener la oferta sobre la mesa, Messi decidió no renovar su contrato con el PSG, alejarse de la competencia de élite a nivel clubes y disfrutar de jugar a la pelota. Sí, el capitán de la Selección Argentina se enoja si pierde un partido o si al Inter Miami no le salen las cosas, pero ya ve las cosas con otros ojos después de que completó el fútbol el pasado 18 de diciembre.
“Estoy en un momento donde quiero salir un poco del foco, pensar más en mi familia. Quiero volver a reencontrarme con el disfrute, con disfrute de mi familia, de mis hijos, del día a día", reconoció el campeón del mundo ni bien llegó al equipo que está en la última ubicación de la MLS, una liga que no tiene descensos.
Sin embargo, a pesar de alejarse del foco de la presión sigue siendo jugador, principalmente, de Argentina, aunque también desde otro lugar. Todo lo que llegue a partir de ahora, Copa América 2024 o un posible Mundial 2026, es de regalo. Sus objetivos ya los cumplió. Todos. Aunque, por las dudas, está en la tierra en la que se van a disputar los dos torneos más importantes que puede disputar una selección sudamericana. Y después de esta montaña rusa de emociones desde su salida de Barcelona, dos años atrás, Messi busca relajarse un poco.
