Al menos 30 personas murieron y otras 80 resultaron heridas después de que un tren se descarrilara en Pakistán. Ocurrió ayer, cuando el tren viajaba de Karachi, la ciudad más poblada del país, ubicada en el sur, hacia Abbottabad, en el norte.
El trayecto, que se realiza diariamente, es de más de 1500 km y dura unas 33 horas. El descarrilamiento del Hazara Express tuvo lugar cerca de la ciudad de Nawabshah, cuando ya quedaba poco para llegar al destino. Al menos 1.000 personas se encontraban a bordo del tren.
El ministro Khawaja Saad Rafique lamentó el "grave accidente" y aseguró que "puede haber dos razones que expliquen el accidente: un fallo mecánico o un sabotaje". Un hospital local fue declarado en emergencia por el número de heridos que acudieron al establecimiento, añadió.
Según un empleado del ferrocarril, ocho vagones fueron los que descarrilaron y, hasta el momento, todavía algunos pasajeros permanecían atrapados en uno de ellos. Las ambulancias y algunos coches particulares trasladaron a los heridos al centro de traumatología de Nawabshah.
Los accidentes ferroviarios son comunes en Pakistán, que heredó casi 7.500 kilómetros de vías y trenes de la época colonial bajo el Imperio Británico, pero no se ha prestado atención a su mantenimiento.
En 2021, al menos 65 personas murieron y otras 150 resultaron heridas en la colisión de dos trenes; mientras que en 2019, al menos 75 pasajeros murieron quemados en un incendio a bordo de un expreso Tezgam. Antes, en 2005, la colisión de dos trenes en Ghotki mató a más de 100 personas.
