El hincha de Boca Juniors se ilusionó con que la llegada de Edinson Cavani transmitiría automáticamente una impronta de buen juego al equipo de Jorge Almirón, acostumbrado a un estilo rústico pero efectivo.
Anoche, sin Cavani aún en el equipo, lo de Boca fue otra vez sopa. Es cierto que ni la cancha, ni el viento, ni el entorno policial, ayudaron a que se armara un buen espectáculo, pero para la mayoría de los hinchas el tema pasó por el planteo del director técnico que se reservó a varios de sus mejores jugadores ofensivos como Zeballos, Barco y Benedetto.
Por eso, tras el pitazo final, en las redes apuntaron directamente a Jorge Almirón como principal responsable del resultado. Lejos de valorar un punto de visitante en condiciones complicadas, los hinchas consideraron que el planteo fue demasiado conservador.
La crítica más repetida fue la inclusión del colombiano Jorman Campuzano en el once inicial, como parte de un mediocampo con tres volantes de corte, adelante de una línea de cuatro. Así las cosas, la generación de juego estaba en los pies de Cristián Medina y Luis Advíncula, abiertos por las bandas. Y arriba, Miguel Merentiel muy solo.
El partido se tornó peleado y con mucho choque. Sin precisión en los pases, ambos equipos perdían rápidamente la posesión y trataban de reamar sus bloques defensivos.
En el segundo tiempo, Almirón dispuso el ingreso de Exequiel Zeballos que de inmediato, al menos, dio un poco más de espectáculo. Pero Nacional estaba envalentonado por el empuje del público y mantuvo el peligro más cerca del Chiquito Romero que de su arco. Sobre el final ingresaron Valentín Barco y Lucas Janson, pero poco pudieron hacer para cambiar el resultado.
¿Lo mejor de la noche? La actuación de Nicolás Valentini y el regreso de Marcos Rojo.
Lo peor: el espectáculo del primer tiempo y los pantalones blancos de Boca.
