Carlo Nordio, el ministro italiano de Justicia, firmó una orden de extradición para Franco Reverberi para que sea juzgado en Argentina en una causa por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar. Arturo Salerni, el abogado representante de las víctimas italianas del regimen genocida, confirmó la noticia. El cura de 85 años está acusado de complicidad con los militares en ese momento histórico.
Reverberi, quien fuera capellán militar en Mendoza, es buscado por la justicia argentina desde el 2012, cuando se fue del país para instalarse cerca de Parma. La interpol también había emitido una orden de arresto contra él. Finalmente, luego de rechazar el pedido dos veces, el Tribunal de Apelaciones de Bolonia aceptó dar lugar a una causa para determinar la responsabilidad del cura en secuestros y torturas contra diez personas y un homicidio. El gobierno de Italia le comunicó al estado argentino que ya comenzó el proceso para su traslado y puso al sacerdote buscado a disposición de la justicia argentina.
El capellán está investigado por hechos cometidos en 1976 en el centro clandestino de detención conocido como "La Departamental", que funcionó en los tribunales de San Rafael, en Mendoza. En ese lugar se torturaba a prisioneros políticos. Aparentemente, el sacerdote asistía a las sesiones de tortura, a veces vestido con sotana y otras con fajina militar, con una biblia y armado, según el relato de algunos sobrevivientes.
El cura se fue a Italia en el 2011, cuando se inició el juicio en Mendoza en el que la fiscalía lo convocó para una indagatoria que apuntaba a determinar su responsabilidad en los hechos. Ya en Italia, Reverberi se excusó argumentando que, por problemas de salud, no podía presentarse en Argentina. Pericias médicas realizadas rebatieron lo que planteaba el cura.
Finalmente, en el 2012, la justicia argentina lo declaró en rebeldía y dio comienzo al proceso de extradición. En un principio, la justicia italiana rechazó el reclamo por que la acusación solo incluía denuncias de torturas, delito que, en el país europeo, prescribe. Sin embargo, nuevos testimonios permitieron acusarlo de homicidio. Además, se terminó modificando la jurisprudencia italiana para que incluya a las torturas como crímenes de lesa humanidad y que pasen, por lo tanto, a ser imprescriptibles.
Hay treinta y cinco personas acusadas, en San Rafael, por crímenes cometidos en el centro clandestino conocido como "Casa Departamento" en ese lapso de tiempo. Las torturas funcionaban alimentadas de la represión ilegal llevada a cabo por el Octavo Batallón de Infantería de Montaña de San Rafael, del cual Reverberi era capellán.
Además, se cree que este caso tendrá impacto en otros similares, como el de Carlos Malatto, exmilitar argentino acusado de crímenes de lesa humanidad contra más de cien personas en San Juan, que vive en Italia. Ya hay más de 1.000 personas juzgadas y condenadas por crímenes de lesa humanidad desde que se reanudaron los juicios, a mediados del 2000.
