Mediante la Resolución 295/2023 el Gobierno Nacional realizó una actualización del Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como dólar agro que si bien estaba específicamente diseñado para las economías regionales, comenzó a sumar nuevos productos exportables con el tiempo.
Lo más importante de la medida del Gobierno es que eleva a $340 el tipo de cambio diferencial para la exportación de ciertos productos agropecuarios y la incorporación del maíz, el segundo complejo exportador más importante de la Argentina.
Con la nueva medida, la administración del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, pretende recaudar hasta el 31 de agosto (fecha de vencimiento del Programa), un total de 2.000 millones de dólares.
Como apartado de color, se elevó en 6 millones de toneladas el volumen de equilibrio de exportación de maíz, el cual alcanza de esta manera los 26 millones de toneladas, una decisión que busca dar más libertad a los exportadores.
Todos contra el dólar agro
Ni bien se comunicó de manera extra oficial la medida (domingo a la noche), desde la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), emitieron un comunicado rechazando el nuevo sistema.
Bajo el título "Es tiempo de terminar con las distorsiones", desde Maizar afirmaron que esta Resolución genera "enormes distorsiones en toda la cadena de valor y las víctimas de esto siempre han sido la inversión, el crecimiento y la generación de empleo".
"Maizar viene promoviendo de manera incansable las enormes oportunidades que tenemos para agregar valor al maíz, como así también la búsqueda continua del aumento de la producción del cultivo y sus productos de transformación, fomentando las inversiones, los esfuerzos conjuntos y la incorporación de tecnología, aprovechando el diferencial que tenemos para irrumpir en los mercados con productos con baja huella de carbono", explicaron.
Y finalizaron: "De nada sirve seguir con parches, lo que sirve es una política agroindustrial federal".
En las últimas horas también la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se manifestó en contra de la medida oficial asegurando que "este tipo de medidas coyunturales y de corto plazo dañan severamente a la actividad agroindustrial".
"Presentada en su primera edición como un mecanismo excepcional para recomponer divisas, se terminó transformando en una herramienta periódica de intervención de los mercados, cuyos resultados ya conocemos: pérdida de transparencia en el proceso de formación de precios, distorsiones y asimetrías hacia el interior de toda la cadena de producción y comercialización granaria", indicaron desde la Bolsa.
