Por primera vez en su historia, los Denver Nuggets se consagraron campeones de la NBA. Anoche recibieron en el quinto juego de la final a Miami Heat y lo derrotaron 94 a 89. Los liderados Nikola Jokic y Jamal Murray ganaron 4 a 1 la serie y se llevaron el anillo.
En su primera final disputada en 46 años de vida, los Nuggets no jugaron bien, pero estuvieron ahí ahí de un Heat que luchó, llevó el partido al terreno que más le convenía. Sin embargo, la limitación de los visitantes en el ataque, hizo que nunca pudiera escaparse en el marcador. En el último cuarto, Denver lo dio vuelta, supo sufrir y se impuso 94-89 para liquidar la serie en Colorado.
El mejor jugador de la final, el MVP, otra vez fue el pivote serbio Nikola Jokic. La gran figura y goleador del partido, esta vez con 28 puntos y 16 rebotes, estuvo acompañado por un Jamal Murray encendido con 14 tantos. Jokic y Murray se complementan como nadie lo hace: son dos jugadores que saben lo que tienen que hacer y en la cancha juegan para el equipo.
Además, es para destacar la mano del técnico de los Denver Nuggets, Michael Malone. El entrenador, que en temporadas anteriores supo darle minutos al cordobés Facundo Campazzo, forjó un equipazo con estilo y forma y con un Jokic único, cada año más letal.
Y las estadísticas respaldaron esta fantástica temporada para los campeones de la NBA. Lograron el primer lugar de la Conferencia Oeste y dejaron por el camino sucesivamente en las eliminatorias a los Timberwolves de Karl Anthony Towns (4-1), a los Suns de Kevin Durant (4-2) y los Lakers de LeBron James (4-0), antes de "ejecutar" a Miami Heat de Jimmy Buttler y Bam Adebayo por otro 4-1 en la final por el anillo.
Una temporada histórica no solo para los Denver Nuggets que rompieron con 46 años de sequía, sino también para Nikola Jokic. El serbio se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA en ganar un título tras registrar al menos 500 puntos, 250 rebotes y 150 asistencias en una edición de playoffs como la que concluyó anoche.
