Las zapatillas blancas son un gran detalle en cualquier outfit, pero también son muy muy fáciles de ensuciar. Así que siempre conviene repasar cuál es la mejor manera de limpiar la tela o el cuero y la suela de ese tipo de zapatillas.
Además de las clásicas opciones de lavar a mano o directamente en el lavarropas con algo más de ropa, hay una mezcla casera que puede facilitar remover manchas de todo tipo y devolver el blanco original. Limón, vinagre y bicarbonato de sodio serán tus grandes aliados.
Por supuesto que antes de empezar se recomienda remover los cordones y las plantillas y lavarlas aparte de ser necesario. Usar jabón para lavar a mano y un cepillo después de dejarlas en remojo en agua enjabonada.
La mezcla definitiva para limpiar las zapatillas blancas
Para devolver el blanco a la tela o el cuero de las zapatillas hay una mezcla casera que no falla es la de bicarbonato de sodio y vinagre. El procedimiento para su elaboración y uso en el calzado es:
- En un recipiente mezclar 1/4 de taza de bicarbonato de sodio con dos tazas de vinagre blanco. Es necesario esperar a que baje la efervescencia antes de utilizar la mezcla.
- Tomar un cepillo y frotar la mezcla en la tela o el cuero para sacar las manchas más complicadas. Si antes de este paso se quitaron las manchas más fáciles con jabón para lavar a mano, mucho mejor.
- Dejar en reposo por 15 o 20 minutos después de refregar todas las zapatillas.
- Enjuagar y dejar secar al aire libre.
Cómo limpiar la suela
En este caso son tres trucos los que pueden dejar la suela de tus zapatillas blancas como nueva. De esta forma recuperarán el blanco de recién salidas de fábrica. Conviene probar estos tips después de haber lavado la tela o el cuero.
- Jabón neutro con agua para las manchas superficiales y refregando con un cepillo o esponja.
- Cortar un limón a la mitad y usarlo para refregar por todo el borde la suela. A continuación exprimirlo y usar el jugo para limpiar con una esponja o cepillo. Dejar actuar por 20 minutos y después enjuagar.
- El clásico de la pasta de dientes y un cepillo para frotar con ganas la suela y blanquearla.
