Como ocurre con los carpinchos en Nordelta, los desarrollos inmobiliarios en la zona norte del conurbano bonaerense llevaron a las zarigüeyas a adaptarse a la ciudad para sobrevivir, y por eso los habitantes de estas zonas pueden llegar a encontrarse con estos animales. Qué son y qué hacer si te encontrás con uno.

"Un día normal en San Isidro. Aviso: Son zarigüeyas (marsupiales) pacíficos e inofensivos. Se comen las ratas y las cucarachas como bombones. Si ven una no la lastimen!", escribió una usuaria de Twitter que compartió un video donde se puede ver a uno de estos animales caminando sobre la reja de una casa en esa localidad bonaerense.

La zarigüeya es un marsupial que puede encontrarse en diferentes ecosistemas de Sudamérica. Tiene hábitos solitarios y prefiere desplazarse de noche y dormir de día, especialmente en nidos de aves o huecos en los árboles. Es una especie omnívora y sale de su refugio fundamentalmente para alimentarse.

Según explicó Guillermo Bryant, integrante de la Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Municipalidad de San Isidro, las zarigüeyas siempre fueron parte de esa zona porque es un área natural densamente arbolada y con espacios verdes muy amplios: "Hay una ordenanza en San Isidro que protege la fauna silvestre y este animalito es uno de ellos".

Si bien son animales inofensivos y no hay registros de ningún ataque a humanos, podría ser vector de algunas enfermedades, aunque no mucho más que cualquier otro animal silvestre. Realmente, el mayor de sus problemas es el aspecto, ya que no son muy agradables a la vista y por eso muchas personas les temen.

Las zarigüeyas no son violentas, pero es probable que si se encuentran amenazadas abran la boca mostrando los dientes o emitan un gruñido fuerte similar al ruido de una motosierra. Como última instancia, cuando se siente muy amenazado entra en un estado catatónico llamado tanatosis, en el que se hace el muerto.