El carbono orgánico del suelo (COS) es la base fundamental para el desarrollo de una agricultura sustentable, debido a que es el principal indicador de la calidad del suelo y su potencial productivo.
El uso agrícola modifica las propiedades que posee el suelo (físicas, químicas y biológicas), y por ello se vuelve indispensable conocer con precisión cuál es su estado, para poder diseñar estrategias de conservación que permitan seguir produciendo alimentos al mismo tiempo que se cuida el planeta.
Por este motivo, un equipo de investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de la Secretaría de Agricultura de la Nación, por el sector público, y las instituciones Aapresid y CREA, por parte del sector privado; realizaron un trabajo de investigación a fin de determinar la reservas de carbono orgánico que poseen los suelos argentinos.
En los primeros 30 centímetros de profundidad que se estudiaron el resultado del estudio arrojó que la Argentina almacena el 2% de la reserva mundial de carbono, lo cual representa un gran potencial para modificar el balance de Dióxido de Carbono (CO2) del país y contribuir a la mitigación del cambio climático a escala global.
El mapa, que es de acceso libre y gratuito, ya se encuentra disponible en una plataforma online.
Carbono Orgánico
Juan Gaitán, coordinador del proyecto Monitoreo de degradación de paisajes y sistemas productivos, explicó que “el dato es que se pudo estimar que los suelos de nuestro país almacenan 13,3 mil millones de toneladas de carbono orgánico en los primeros 30 centímetros de profundidad”, y aclaró que “esto representa aproximadamente el 2% de la reserva mundial de carbono orgánico estimada por la FAO”.
La pregunta obvia acá es: ¿Por qué es de gran importancia el carbono orgánico del suelo?
“Existe un interés creciente por estimar y mapear las reservas que quedan y su potencial de cambio para secuestrar carbono con mayor precisión y en resoluciones espaciales más finas y extensiones geográficas más grandes”, respondió Pablo Peri, coordinador del Programa Nacional Forestales del INTA.
Con Buenas Prácticas de manejo de los cultivos extensivos en los suelos pampeanos se puede maximizar la capacidad de estos suelos para secuestrar carbono, al tiempo que se producen alimentos para el mundo, lo cual representa una estrategia importante para la mitigación del cambio climático.