El 6 de abril se cumplieron dos meses de la condena por el asesinato a Fernando Báez Sosa, y desde ese día la situación de los asesinos no cambió ya que los ocho rugbiers aún siguen alojados en la Alcaldía N°3 de Melchor Romero bajo los mismos beneficios. Si bien se especuló con un posible traslado a otro penal de la provincia de Buenos Aires, la realidad es que todavía siguen en las mismas celdas y bajo las mismas circunstancias que impusieron las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

“Si son separados quedarán expuestos en otra cárcel, podrían ser atacados. Son los presos más conocidos de Argentina”, expresaron las autoridades penitenciarias sobre la repercusión del caso y la posible agresión de otros detenidos. Desde el entorno de los rugbiers, el silencio es total ya que Hugo Tomei, su abogado, sigue sin dar entrevistas. Por el lado de los asesinos, siguen con la misma dinámica de estar encerrados en celdas de a dos y con pocas horas de patio.

Los delincuentes se encuentran a la espera de que este año haya novedades respecto al fallo de Casación. Su abogado solicitó la absolución de los tres rugbiers que fueron condenados a 15 años de prisión por el asesinato de Fernando Báez Sosa. Estos son Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayton Viollaz. Además, Tomei buscará la reducción de la pena para el resto de los acusados. Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi completan la lista.

Los fiscales del juicio, Gustavo García y Juan Manuel Dávila, plantearon ante el tribunal que no sean cinco los condenados a perpetua, sino que los ocho sean considerados como coautores del homicidio agravado y reciban el mismo castigo. Como recurso de apelación ante Casación, Tomei planteó esto mismo pero de forma contraria.

La razón por la cual los rugbiers no son trasladados a otro penal

La principal razón por la cual los rugbiers aún siguen en el Melchor Romero es por su seguridad. A pesar de las discusiones y diferencias que tienen entre ellos, se aferran a mantenerse juntos mientras están detenidos. “Pocos están dispuestos a pagar el costo de un traslado, mucho más en un año electoral. Si son separados quedarán expuestos en otra cárcel, podrían ser atacados. Son los presos más conocidos de la Argentina”, dijeron las autoridades penitenciarias.

“Saben que pueden ser subidos a una unidad móvil y notificados en el momento de que van a ser alojados en otro penal. Eso puede suceder cualquier día, a cualquier hora. Lo último con lo que cuentan en la cárcel es con certezas”, agregó el SPB sobre el silencio de Tomei.