Encontraron el cadáver de un hombre que había desaparecido en 2020 en las costas del Río Paraná. Tenía la cara desfigurada, así que lo reconocieron por el "pie y el "paladar".

Cristino González, un taxista de 45 años y nacionalidad paraguaya, desapareció 3 años atrás, cuando había ido a pescar con unos amigos al Río Paraná y se ahogó en la localidad de Cedrales, Paraguay; al límite de la Provincia de Misiones.

Una de las familiares relató que González había ido a pescar con dos amigos. Uno se quedó pescando en la orilla y él subió con el otro a una canoa.

Al parecer, una vez que se alejaron de la orilla, la canoa se abalanzó y comenzó a llenarse de agua. Ahí es cuando ambos se tiraron al agua para nadar hacia la costa. Su amigo logró llegar; pero él no.

Debido a que no encontraban al taxista, la familia realizó una vigilia en la zona del río en la que el hombre había ido a pescar. Después de dos semanas de vigilia, se enteraron que habían hallado un cuerpo del lado argentino, en la localidad de Garuhapé.

Luego de comunicarse con las autoridades argentinas para hacer el reconocimiento del cuerpo los familiares obtuvieron como respuesta un "no se puede hacer nada" y que tendrían que "esperar cinco años para que se pueda desenterrar el cajón donde está el cadáver", según relató Adriana, la sobrina de González.

Durante estos días, los familiares recibieron noticias del cuerpo hallado y pudieron reconocer al taxista por las fotos difundidas. "Sabemos que el cuerpo que encontraron en Garuhapé es de él. En las fotos que vimos pudimos reconocer su uniforme. El pie era idéntico y tenía el mismo paladar", relató su sobrina.

La familia nunca pudo ir presencialmente a hacer el reconocimiento del cuerpo por las restricciones implementadas durante la pandemia. Pero después de las últimas noticias que circularon no pierden la esperanza de repatriarlo.

“Ya no sabemos cómo actuar ni qué medidas tomar. Yo pregunté por muchos lugares y no me dan respuesta” exclamó Adriana, dando cuenta de la desesperación de la familia.