El presidente Alberto Fernández habló sobre el ataque a tiros contra un supermercado de la familia de Antonella Rocuzzo, la esposa de Lionel Messi, que ocurrió durante la madrugada de Rosario, la ciudad argentina más complicada por el narcotráfico. Allí dejaron, además, una amenaza contra la familia del campeón del mundo.
"Hoy amanecí -contó el presidente en un acto en Salta- con una noticia muy fea, hablé enseguida con el jefe de Gabinete... Algo habrá que hacer, estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer". Concluyó: "El problema de la violencia y del crimen organizado es muy serio".
Algo habrá que hacer, estamos haciendo mucho, pero evidentemente algo más habrá que hacer.
Fernández se refería a Agustín Rossi, el jefe de gabinete nacido en Rosario, la ciudad en cuestión. Antes de asumir en ese rol, en reemplazo de Juan Manzur, Rossi se ocupaba de dirigir la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el organismo heredero de la SIDE que tiene, entre sus atribuciones, la responsabilidad de luchar contra el crimen organizado.
Poco antes de que el presidente hablara sobre la balacera contra el supermercado de la familia Rocuzzo, se había expresado el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, sobre el tema. El principal encargado de combatir al crimen organizado del gobierno nacional admitió: "Los narcos han ganado".
