Después de recuperar el control en el Congreso, el Palacio presidencial y la Corte Suprema, la Fiscalía, la Policía y el Ministerio de Relaciones Institucionales comenzaron a trabajar en las investigaciones sobre el intento de golpe de Estado en Brasil.
Este domingo miles de bolsonaristas tomaron por la fuerza, por cerca de cuatro horas, las sedes del Gobierno, del Parlamento y del Tribunal Supremo, en la mayor agresión a los poderes republicanos vista desde el golpe de Estado de 1964.
Desde el domingo en la noche, las autoridades brasileñas empezaron rápidamente a investigar y lanzar medidas judiciales después del asalto de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro a las sedes de los poderes en Brasilia.
El ministro de Relaciones Institucionales de Brasil dijo que los edificios serán inspeccionados en busca de pruebas, incluidas huellas dactilares e imágenes, para pedir cuentas a las personas, y demostrar que los manifestantes aparentemente tenían la intención de provocar acciones similares en todo el país.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que los actos equivalían a terrorismo y golpismo y que las autoridades comenzaron a rastrear a quienes pagaron los autobuses que transportaron a los manifestantes a la capital.
El mobiliario de los palacios fue destrozado y arrojado por las ventanas a la calle, aunque las autoridades todavía no han podido realizar un balance de los cuantiosos daños causados.
Tras el violento ataque, los funcionarios encontraron tirados por el suelo de los despachos pinturas al lienzo rasgadas, computadoras, impresoras y televisores dañados. Sin embargo, los manifestantes no llegaron a entrar en el despacho de Lula en el palacio de Planalto porque la Policía llegó en ese momento, según dijeron a EFE fuentes oficiales.
En más de dos meses de concentraciones, ya hubo varios hechos violentos, entre ellos un ataque a una sede policial y un intento frustrado de colocación de un explosivo cerca del aeropuerto de Brasilia, hace dos semanas.
Hasta el momento, 300 personas han sido detenidas, dijo la policía civil del distrito federal en Twitter.
