Ayer se conoció la condena de 10 años al abusador de Belén López Peiró, escritora reconocida por el libro Por qué volvías cada verano. Claudio Sarlo, excomisario de la Policía Bonaerense, abusó de ella desde los 13 hasta los 17 años en la localidad de Santa Lucía, provincia de Buenos Aires.
"Después de nueve años y una denuncia. Declaraciones, pericias psicológicas, viajes de ida y vuelta a comisarías, fiscalías, tribunales de la nación. Un expediente: 500 páginas. Dos abogados. Una procuradora. Una comisión de justicia. Terapia por 15 años. ¡La mitad de mi vida! Mi familia entera partida en dos. Un pueblo encubriendo al abusador", escribió Belén López Peiró en la columna con la que reflexionó sobre la condena. Esta mañana, la escritora habló al respecto en Radio Con Vos.
Peiró aseguró que está muy "emocionada" y que es "muy fuerte" cuando la palabra "vuelta libros, vuelta columna, tiene este alcance". Buena parte de lo que la conmueve es la llegada que tuvo su experiencia, materializada en Por qué volvías cada verano. Sobre la decisión de los jueces que llevaban su caso no tenía demasiadas expectativas: se preparó "para lo peor", para que su tío fuera declarado inocente, porque el camino de denunciar "era muy doloroso, era un camino de mucha vulnerabilidad, de mucha revictimización".
No quería que mi vida dependa del veredicto de un juez.
A falta de contención, apoyo y eficacia de un poder judicial que constantemente abandona, maltrata y revictimiza a las mujeres que denuncian violencia, Belén construyó ella misma su propia reparación: "mi decisión fue encontrar justicia y reparación en la escritura, en las charlas comunicando mi experiencia a otras mujeres" y también en el hecho de recuperar a su "familia más íntima". Su madre, su padre, su hermano y otras personas la acompañaron en el proceso de su recuperación. "No quería que mi vida dependa del veredicto de un juez", enfatizó.
Al escribir su libro, de alguna manera proveyó de las herramientas que ella no tuvo a otras mujeres en situaciones similares: "Si hubiera habido un libro que me contaba cada instancia judicial que iba a tener que pasar todos estos años yo no sé si hubiera denunciado, o sí pero me hubiese preparado para lo que iba a venir". En este sentido, recalcó su falta de conocimiento previo sobre lo "doloroso" que resulta un proceso judicial administrado de forma esencialmente "revictimizante".
Una de las cosas más duras fue perder a personas que para mí eran personas fundamentales en mi vida, vivir en carne propia todas las consecuencias que tiene decir la verdad.
Otra cosa sobre la que no suele haber conocimiento es la propia dinámica de los abusos intrafamiliares, que constituyen el 80% de los casos de abuso sexual en la infancia. "Nos enseñan cuando somos chicos que el peligro está en la calle, de grandes nos damos cuenta de que el peligro muchas veces está puertas adentro", reflexionó, y reveló que al momento de denunciar ni ella ni su madre se imaginaban "que no nos iban a creer, que lo iban a negar, que la mayor parte de mi familia iba a declarar en mi contra, que el pueblo donde mi mama nació y yo crecí me iba a dar la espalda".
"¿Por qué volvías cada verano?"
Cuando Ernesto Tenembaum le preguntó sobre los motivos del título de su libro, Belén López Peiró explicó que se originó en una conversación que tuvo con la hermana de su madre, esposa de su abusador. La escritora la llamó desde el baño de su trabajo para contarle que su marido había abusado de ella cuando pasaba los veranos en su casa en la adolescencia: "Ella me atendió y la primera pregunta que me hizo fue '¿Por qué volvías cada verano, entonces?'". Además, la acusó de destruir a la familia.
Con el tiempo, Belén entendió que lo que le dijo su tía "no es una pregunta, es una afirmación. No es una pregunta que intenta entender, que quiere una respuesta, es una afirmación en el sentido de 'porque volvías cada verano fuiste abusada'. Es una afirmación que culpa a quien quiera que denuncie". En este sentido, resaltó que en situaciones como esta es frecuente "esto de sostener las apariencias a cualquier costo, aunque eso implique dormir con un abusador".
A veces las reparaciones están en la justicia y otras veces no, es importante que cada persona encuentre su reparación, en mi caso la reparación fue la palabra.
Finalmente, la escritora recordó que "Hay tantas reparaciones como personas que denuncian, no hay una sola, a veces las reparaciones están en la justicia y otras veces no, es importante que cada persona encuentre su reparación, en mi caso la reparación fue la palabra".
