El gobierno de Irán determinó la pena de muerte para el exfutbolista Amir Nasr-Azadani, detenido por participar de las masivas manifestaciones desatadas con el asesinato, por parte de la policía de la moral, de Mahsa Amini. Además, trascendió la misma pena para un joven actor de teatro, Hossein Mohammadi.

Amir Nasr-Azadani había jugado para el club iraní Tractor Sazi entre las temporadas 2016/17 y 2018/19, y fue detenido por las autoridades el 27 de noviembre pasado. El jefe del tribunal de la provincia de Isfahan, Asadollah Jafari, lo acusó de participar de los disturbios ocurridos en la manifestación del 25 de noviembre. Más aún, las autoridades consideran que el joven integra un “grupo armado y organizado que opera con la intención de atacar la República Islámica de Irán". La Federación Internacional de Futbolistas Profesionales dio a conocer la noticia en Twitter y pidió “la inmediata remoción de su castigo”.

Por su parte, el actor Hossein Mohammadi fue detenido junto con otras cuatro personas el 5 de noviembre. Tanto él como los otros cuatro detenidos en esa fecha recibieron la pena capital. Además, para hoy estaba prevista la ejecución de otro joven, Sedarat Madani, pero su acusador, el agente Mohammad Reza Qonbartalib, suspendió la sentencia.

Al alto número de manifestantes condenados a muerte, que según calcula Amnistía Internacional son al menos 21, se suman los efectivamente asesinados por el régimen, entre quienes se cuentan un joven llamado Mohsen Shekar, ejecutado el pasado jueves, y Majidreza Rahnavard, cuyo cuerpo fue exhibido en la calle y por medios afines al gobierno para amenazar e intimidar a quienes protestan.

Según Amnistía Internacional, Irán es uno de los países que más aplica la pena de muerte. En todo 2021, el principal ejecutor de esta pena fue China, seguido por los iraníes y luego por Egipto, Arabia Saudita y Siria. Además, la pena de muerte va en aumento para el país de Amir Nasr-Azadani: en 2021, las ejecuciones contadas por el organismo fueron 314, mientras que en este 2022 ya superan las 500.

La llegada de Ebrahim Raisi a la presidencia de Irán en agosto de 2021 había preocupado de antemano a muchos activistas y ciudadanos iraníes en general, puesto que el mandatario parece haber integrado el “comité de la muerte” que en 1988 emitió sentencias de muerte secretas contra 5000 presos. Su alineación a un islamismo “puritano” se vincula con la censura, las violaciones a los derechos humanos y la misoginia explícita en la represión hacia las mujeres.