La vicepresidenta Cristina Kirchner habló hoy como cierre de su alegato en su defensa por el juicio en la que está implicada por la causa Vialidad. De acuerdo al Código Procesal Penal, por ser abogada, tiene la facultad de hacerlo.
Cristina Kirchner le hablará al tribunal oral que lleva el juicio por direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz. En los últimos días, utilizó sus redes sociales para resaltar los principales argumentos esgrimidos por los abogados defensores.
La expresidenta sostuvo que “se desmontaron las increíbles mentiras que desarrollando los fiscales Mola y Luciani y además quedaron a la luz del día las arbitrariedades que se han cometido en este juicio”.
“Voy a solicitar que se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con los testigos, las pericias, la documentación con la prueba obrante en el expediente y con el derecho”, sostuvo apuntando a los fiscales.
“Para traerme a mí a este juicio, lo hicieron de los pelos; se violó la Constitución. La justicia actúa así solo conmigo y eso no es bueno para el país”, remarcó.
Cristina Kirchner recordó las figuras que pasaron durante la crisis del 2001 y del gobierno de Fernando De la Rúa y explicó que, en un contexto de bronca social, se apeló a un derecho constitucional, el especificado en el Artículo 23, para decretar el Estado de Sitio, en donde se suspenden las garantías constitucionales. “Yo vivo en estado de sitio permanente, aparentemente, porque mis garantías constitucionales están suspendidas desde el 10 de diciembre de 2015”.
Por otro lado, la exmandataria hizo mención al intento de asesinato que sufrió en la puerta de su casa por Fernando Sabag Montiel, quien gatilló un arma a pocos centímetros de su cara sin que saliera la bala.
Cristina Kirchner indicó que “el abogado de quien me quiso matar es asesor de un senador de la oposición” y que se siente “en estado de indefensión”. Asimismo, sostuvo que los detenidos hasta el momento por el atentado, el propio Sabag Montiel, su pareja Brenda Uliarte, el supuesto jefe Nicolás Carrizo y la amiga de Uliarte Agustina Díaz, “no son autores intelectuales”.
