Stella Maris, la madre de Gabriel Carrizo, el cuarto detenido por el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, afirmó: "Yo pienso que se va a hacer justicia, mi hijo es incapaz de hacer eso". Ella prestó algunas cortas declaraciones a un grupo de periodistas que se encontraban afuera de su domicilio poco después de la detención de Carrizo. La justicia cree que puede ser el líder de la llamada "banda de los copitos".

Maris añadió: "Creo y confío en mi hijo. Yo no lo voy a salvar. Solo la verdad y la Justicia de Dios y de él, interna que tiene, lo van a salvar". La madre de Carrizo negó haber tenido contacto alguno con Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló dos veces en la cara de la expresidenta, ni con Brenda Uliarte.

"Me siento que hasta que no esté mi hijo en la calle con nosotros, parece que no estoy viva", relató. "Ni yo ni mi hijo Facundo", completó, mencionando al hermano de Gabriel Carrizo. Luego de dar la entrevista, Maris hizo pasar a su casa a dos agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que fueron enviados por la jueza María Eugenia Capuchetti a realizar un estudio socioambiental.

Carrizo fue detenido por el contenido que la justicia encontró en su celular, debido a qué, según la investigación, él sabía del atentado que iba a ocurrir. El 2 de septiembre, fue parte de una conferencia de prensa de los amigos de Sabag Montiel, donde afirmó: "Vinimos a aclarar que no somos cómplices de lo que pasó. Nos están amenazando. Y cuando salgamos a la calle, nos puede pasar algo". Siguió: "Nos están diciendo que somos un grupo terrorista, yo me dedico a hacer algodón de azúcar".

Carrizo vive en Morón, sobre la calle Ángel Pache, en una vivienda precaria de una sola planta. No tiene trabajo en blanco desde el 2016, cuando terminó su relación con una empresa de artefactos de ventilación en la que trabajó solo dos meses. Antes había trabajado en una cadena de comida rápida.