La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos tomó una drástica decisión: subirán 0,75 puntos básicos la tasa de interés. De esta manera, y con el aumento más importante desde 1994, la nueva tasa de interés quedará entre 1,5% y 1,75%. El organismo tiene como objetivo reducir o frenar la inflación, cada vez más alta, en Estados Unidos.

El riesgo de la medida es que puede generar un marcado enfriamiento de la economía, es decir, una reducción importante de la actividad, tanto en aquél país como en el resto del mundo. La suba de la tasa de interés puede producir una desviación de la inversión en actividades productivas o financieras hacia la compra de bonos del Tesoro estadounidense, que dan ahora una mayor ganancia con un muy bajo riesgo.

En mayo, la inflación anual de Estados Unidos fue del 8,6%, el mayor aumento inflacionario desde 1981

En mayo, la inflación anual de Estados Unidos fue del 8,6%, el mayor aumento inflacionario desde 1981. En consonancia, la FED tomó esta medida, inédita en las últimas décadas. La última vez que realizaron un aumento semejante fue en 1994, cuando el organismo estaba dirigido por Alan Greenspan, y el país por Bill Clinton.

El Comité Federal de Mercado Abierto, el organismo encargado de fijar la política monetaria de la Reserva Federal, explicó que está "fuertemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%", por lo que anticiparon que seguirá habiendo aumentos de la tasa de interés durante el resto del año. Por lo tanto, los miembros del Comité proyectaron que aumentarían la tasa hasta el 3,4% para fin de año.