Bitcoin permanece con una tendencia a la baja desde el viernes pasado y hoy cayó a su nivel más bajo desde diciembre de 2020.
En horas de la madrugada en la Argentina, la criptomoneda se conseguía a unos 22.500 dólares, un valor que no tenía desde el 20 de diciembre de 2020, la última vez que bajó de 23 mil dólares.
Ethereum, en tanto, empezó la jornada con un valor de poco más de 1220 dólares, similar a los de la jornada anterior, en tanto que otras más estables como Cardano y XRP se vendían a 0,49 y 0,32 dólares, respectivamente, mostrando una leve recuperación.
La situación más preocupante tuvo que ver con el “corralito” que estableció el auspiciador del fútbol argentino, Binance, ayer, cuando detuvo los retiros de Bitcoin. La medida se produjo horas después de que el prestamista de criptomonedas Celsius bloqueara a los clientes la capacidad de sacar fondos de su plataforma, en movimientos que fogonearon una amplia venta en todo el mercado de activos digitales.
De esta manera, el mercado continúa expectante sobre la continuidad de este desplome, que comenzó el sábado y que significó una nueva manifestación de la crisis de confianza en el sistema cripto que se fue instalando a partir del aumento de las tasas de interés y de la caída de las bolsas mundiales.
La situación continuó el domingo último, cuando a las 8 de la mañana argentina el Bitcoin cotizaba en torno de los 27.400 dólares y su capitalización caía por debajo de los 523 mil millones de dólares, perdiendo más de 5% en 24 horas y 7,40% en los últimos siete días anteriores, y habiendo registrado bajas en diez de las últimas once semanas.
En el caso de Ethereum, el derrumbe fue aún más pronunciado: 7,5% en 24 horas y 18% en siete días, cotizando a menos de 1.458 dólares y una capitalización inferior a 177 mil millones de dólares.
Aunque las caídas más dramáticas se produjeron durante estos días, la crisis se viene larvando desde la caída de la stablecoin algorítimica Terra/Luna, que perdió todo su valor en 48 horas, pasando de 40 mil millones de dólares a casi cero.
A partir de este fenómeno, se intensificó la demanda en varios países por una mayor regulación de las criptomonedas, en particular de las llamadas stablecoin, supuestamente de valor fijo respecto de algún otro activo, como el dólar, a través de las cuales se realizan la mayoría de las transacciones criptográficas.
