El músico Marcelo Moura conversó con Pasaron Cosas sobre el día en que él y sus compañeros de la mítica banda Virus, rechazaron una invitación para participar del Festival de la Solidaridad Latinoamericana organizado por la dictadura, el cual se realizaba para -supuestamente- recaudar fondos para los soldados en Malvinas. Además, recordó a su hermano Jorge, capturado y asesinado por el gobierno de facto y analizó a la Argentina de hoy y el uso político de la memoria.
Moura enfatizó primero que los músicos que participaron de ese festival lo hicieron "con todo el corazón y creyendo que esos fondos se iban a usar para llevar comida a los soldados argentinos en Malvinas". "La invitación llegó por medio de la gente de la organización, del gobierno militar, a nuestra agencia. Estábamos ensayando y cuando nos hicieron la propuesta dijimos que no al unísono, no había ninguna duda. Lo habíamos vivido en primera persona y sabíamos que lo que se recaudara iba a parar a la quinta o para hacer la pileta de alguno de esos militares asesinos, como sucedió".
Esta decisión les valió ser excluidos de las radios e incluso amenazas de muerte: "Era gente que había asesinado a mi hermano, Jorge. Lo vinieron a buscar a mi casa el 8 de marzo del '77. Lo tuvieron en un centro clandestino y por lo que supimos sería uno de los que inyectaron un calmante y tiraron al río. Entonces nosotros conocíamos la ética de los militares de ese momento".
A mi hermano Jorge lo vinieron a buscar a mi casa, lo tuvieron en un centro clandestino, le inyectaron un calmante y lo tiraron al río.
Sobre la desaparición de su hermano, el músico contó que en ese momento solo tenía 17 años, y que si bien no coincidía políticamente con él, la manera en que actuaron lo llevó a tomar consciencia de lo terrible de la situación que atravesaba el país. "Si fue culpable de algo, que lo enjuicien y vaya preso, cadena perpetua, según corresponda con la ley", idealizó.
Pero eso no fue lo que pasó: "Lo agarraron en mi casa, desarmado, y se lo llevaron. Esta gente torturó. A la gente que tiraban en aviones, dormidas, con calmantes, un cura de la iglesia los bendecía previamente. El nivel de locura era tremendo. Y las casas donde estaban los que iban a buscar eran saqueadas y robaban los niños. Si robaban niños, mirá si no iban a robar una recaudación".
Siento que no aprendimos nada, que no sirvió para nada. Yo hubiera deseado que la muerte de mi hermano hubiera servido para algo".
Además, el Virus contó que luego de la desaparición de Jorge fue a la primera marcha en Plaza de Mayo contra la dictadura, pero que sentía que desde ese lugar no podía "sumar nada": "Desde la división, la violencia. Tirarle un piedrazo a Videla no iba a sumar nada. Si lo tenía cerca seguramente lo habría hecho, pero las cosas son una energía y uno les puede cambiar la polaridad y convertir un dolor enorme en una hermosa canción de amor. Éramos muy criticados porque supuestamente éramos livianos, banales, pasatistas, cuando en realidad era la antítesis".
En esta línea, enfatizó en un concepto que aseguró que no se respeta: "Construir, no destruir". "Siento que no aprendimos nada, que no sirvió para nada. Yo hubiera deseado que la muerte de mi hermano hubiera servido para algo. Cada quien lleva agua para su molino. La apropiación de los DD.HH. como bandera de uno y otro lado es la antítesis de lo que necesitamos", afirmó. Y agregó: "Cuando digo que no aprendimos nada hablo del presente. El ultimo mayor momento de esperanza de mi vida fue el '83".