En un discurso histórico, la primera vez desde la fundación de Estados Unidos en que un mandatario extranjero habló frente a las dos cámaras de su Congreso, Volodimir Zelensky le pidió a los legisladores y al gobierno de Joe Biden que entre en la guerra en Ucrania. "'Yo tengo un sueño' -dijo el presidente ucraniano, citando a Marthin Luther King- ustedes conocen estas palabras". Siguió: "Bueno, hoy puedo decir yo tengo una necesidad. Necesito proteger el cielo".

'Yo tengo un sueño', ustedes conocen estas palabras. Bueno, hoy puedo decir que yo tengo una necesidad. Necesito proteger el cielo. 

Zelensky, quien ya había hablado frente al congreso británico, pidió que Estados Unidos declare una zona de exclusión aérea en el cielo ucraniano. Esto significaría que el gobierno estadounidense se compromete a disparar contra los aviones rusos y proteger el espacio aéreo de Ucrania, ingresando efectivamente en una batalla frontal con Rusia. Esta opción ya fue descartada en diversas ocasiones por los líderes de la OTAN, la alianza militar en la que Estados Unidos es el socio mayoritario, por el miedo de que la escalada de violencia termine generando una tercera guerra mundial. Frente a esta negativa, planteó: "Si esto es mucho pedir, saben qué tipo de sistema de defensa necesitamos".

Además, el presidente ucraniano hizo referencias a Pearl Harbor y el ataque contra las torres gemelas, y afirmó que su país estaba peleando, no solo por su independencia e integridad territorial, sino por "los valores de Europa y el mundo".

Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz.

Finalmente, Zelensky le habló directamente a Joe Biden, el presidente de Estados Unidos. Expresó: "Usted es el líder de la nación, de su gran nación. Le deseo que sea el líder del mundo". "Ser el líder del mundo -afirmó el dirigente ucraniano- significa ser el líder de la paz". "Gracias, gloria a Ucrania", concluyó Zelensky.

Luego del discurso, el gobierno de Biden se comprometió a garantizar 800 millones de dólares a Ucrania, que servirán para la compra de armamento antiaéreo y antiacorazados. Con esta nueva entrega, la asistencia de Estados Unidos a Ucrania superará los 2.000 millones de dólares desde que Biden llegó a la Casa Blanca.