Alejandro Werner, ex director del FMI para el hemisferio occidental, publicó una nota muy dura en la revista Americas Quarterly sobre el nuevo pacto al que llegó el gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional. Werner, quien participó de las negociaciones para el préstamo inédito que el FMI le entregó a Mauricio Macri, ya había vaticinado que la Argentina no iba a poder pagarle el FMI, y que todo acuerdo sería meramente "una curita".
Ahora, el exfuncionario del FMI se preguntó si el nuevo arreglo entre el FMI y Argentina "apoya una estrategia para el largo plazo que provea una salida clara de las décadas de estancamiento e inestabilidad" en que se encuentra el país. Para el economista, uno de los problemas más importantes del país es que "el gasto público es mayor al 40% del PBI, uno de los más altos de las Américas, con un componente de inversión insignificante y sin un acuerdo social sobre como financiarlo". Además, destacó "la baja tasa de inversión" que tiene el país. "El país puede permanecer atascado en sus ciclos de bajo crecimiento e inestabilidad", planteó.
El gasto público es mayor al 40% del PBI, uno de los más altos de las Américas, con un componente de inversión insignificante y sin un acuerdo social sobre como financiarlo.
"La inconsistencia entre un estado de bienestar ambicioso -planteó el exfuncionario del FMI- y la falta de un acuerdo social para financiarlo ha llevado a la inestabilidad macroeconómica, una serie de controles que obstaculizan la actividad privada y una falta de predictibilidad de las políticas regulatorias". "El programa anunciado no hace mucho para enfrentar estos problemas", opinó Werner. Agregó: "El programa acepta de forma implícita que el rompecabezas socioeconómico argentino es imposible, y se conforma con las condiciones mínimas para evitar descender al abismo".
Para el exfuncinario, el FMI es "rehén de los conflictos distributivos argentinos y su polarización política". Añadió que el fondo "está poniendo su reputación en juego detrás de las autoridades económicas argentinas mientras espera por el programa número 24 con la Argentina". Opinó que, debido a esto, el FMI debería exigir que "el presidente Alberto Fernández se haga cargo del programa, lo implemente de forma impecable y le explique con claridad a la población de Argentina por qué este es el mejor curso de acción para evitar una nueva crisis financiera".