Más allá de la Capital, la Córdoba turística y sus destinos más concurridos, existe una opción para los viajeros que quieran alimentar su espíritu aventurero.
Para ellos existe una ruta con paisajes imponentes que permite conocer al cóndor andino y alcanzar un destino que permanece casi oculto al oeste de la provincia, con sus platos tradicionales, fiestas patronales y gauchos.
Se trata de Los Túneles de Taninga, una de las siete maravillas artificiales de la provincia, testimonio de simbiosis entre naturaleza y construcción.
Este camino, además, resulta ideal para alcanzar el punto más alejado del oeste cordobés, donde se encuentra el pueblo de Chancaní, con sus tradiciones tan vigentes como siempre.
Cómo recorrer Los Túneles
Los Túneles, como se les dice familiarmente, son un punto turístico de Córdoba que funciona como conexión con la vecina provincia de La Rioja. Quienes elijan recorrerlos en auto se encontrarán con un sendero de postales naturales, amplios paradores y la posibilidad de conocer al cóndor andino en su hábitat natural.
Una buena medida para el inicio de este viaje, al que se accede a través de la Ruta Provincial 28, es la de detenerse en el punto gastronómico previo al primer túnel. Los viajeros podrán conocer allí las especialidades de la región, entre las que se destaca el chivito que se sirve en alguno de sus restaurantes.
Una vez adentrados en el camino, comenzarán a sucederse los túneles que dan nombre a esta atracción. Son cinco en total, cada uno decorado con diferentes expresiones artísticas.
Las pinturas de sus paredes se alternan con la geografía original de estos pasajes, lo que resulta en una curiosa secuencia entre naturaleza y cultura, con la interrupción eventual de una abertura que permite espiar el paisaje desde la oscuridad interior.
Entre túnel y túnel, también existe una gran cantidad de paradores que, si se cuenta con tiempo, conviene revisar en su totalidad. El primero de ellos se encuentra justo al principio del recorrido, donde también está ubicada la oficina de turismo local y el acceso a un sendero que lleva a un mirador.
Desde aquí, por primera vez, los visitantes podrán avistar al cóndor andino en su entorno y tal vez comprender un poco más la admiración que tenían los pueblos originarios por este animal, al ser testigos de su vuelo sorprendente.
Afortunadamente, Los Túneles tiene más puntos para seguir observando a los cóndores, por lo que existen numerosas chances de disfrutarlos antes de finalizar. Además, desde estos mismos espacios ya es posible visualizar el destino del viaje, prácticamente oculto a lo lejos, en el oeste cordobés.
Qué hacer en Chancaní
Los Túneles resultan la antesala al pueblo de Chancaní y la calidez de sus habitantes. Quienes lo visiten, primero, podrán recorrer su Parque y Reserva Natural, que comprende alrededor de 5.000 hectáreas de monte serrano con su flora y fauna características.
El área es de acceso gratuito, y cuenta con distintas instalaciones, sanitarios y una galería con mesas, sillas y asadores. A través de sus senderos, los más curiosos tendrán la oportunidad de fotografiar diferentes especies de aves y otros animales del lugar.
El centro de Chancaní, en cambio, ofrece una oportunidad única para conocer las tradiciones que sus pobladores mantienen vivas a través de sus fiestas patronales, como la peregrinación por la Virgen del Carmen cada 16 de julio, cuando cientos de peregrinos locales y de lugares más lejanos se presentan para pedirle y agradecerle a la virgen. Entre ellos, se destacan las agrupaciones gauchas y folklóricas de la región, que proponen largas noches de festejos entre fogatas y las brasas de los asados que van preparando lentamente a lo largo y ancho de Chancaní.
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