Ideal para una escapada, y pasar una jornada distinta y relajante, en Córdoba hay un pequeño hotel con un spa que fue elegido como uno de los mejores de Sudamérica. Azur Hotel & SPA es, que se dice, una auténtica "serendipia" (o hallazgo inesperado).
Además de confort y servicios cinco estrellas, el huésped que llega por algo más que una estadía de lujo, queda encantado por la historia de este edificio construido en 1915, y declarado de valor patrimonial y arquitectónico. Como todas las propiedades de su estirpe que acaban atrapadas por la dinámica voraz de las grandes metrópolis, la saga de usos y personajes que la habitaron a lo largo del siglo XX le otorgan un condimento especial a la experiencia del alojamiento, algo que sus dueños han sabido aprovechar.
El edificio es hoy una joya que combina arquitectura con un sinfín de detalles originales para descubrir. El criterio de preservación permitió rescatar escaleras de madera, vitrales, techos abovedados, y carpinterías originales con la clásica chapita indicando el número del aula del colegio qué alguna vez funcionó allí. Un pasillo de ladrillos conduce a las habitaciones, todas diferentes entre sí, que funcionan en los espacios originales de la antigua casa.
Pero no solamente es la revalorización de este edificio histórico lo que lo convierte en un hotel único en el país. Su SPA Baños de Azur, la joyita subterránea escondida del hotel, fue recientemente galardonado como uno de los mejores Spas de Latinoamérica. Un recorrido de 2hs en privado a la luz de las velas, donde la premisa está puesta en el agua en sus distintos estados y temperaturas, y sus beneficios comprobados para la salud. Un circuito donde cada sector ha sido diseñado como un ritual de desconexión de contemplación, aromas, sensaciones y silencio.
Dónde queda Azur Hotel & SPA
Ubicado en San Jerónimo 243/257, Córdoba, Azur Hotel & SPA es un lugar para poder conectarse con uno mismo y con el entorno, una cualidad que cada vez resulta más difícil. Desde la genuina sonrisa y servicio del equipo de Azur, el aroma de sus pasillos, las velitas que se encienden en cada atardecer, la degustación de quesos y vinos de cortesía con los huéspedes cuando el sol cae, la bolsita de lavandas en la cama para un buen descanso, entre tantos detalles más, invitan a conectar cada uno de los sentidos, desafiando el concepto de hospitalidad de cualquier hotel.
Incluso antes de ingresar al hotel, el perfume que se anticipa desde la calle ya deja adivinar que será una estadía destinada a involucrar todos los sentidos. Quizás sea el nuevo concepto de bienestar de los tiempos que corren hoy en día. No es casualidad que la hospitalidad detallada del hotel ya sea marca registrada en Córdoba.