El presidente Alberto Fernández le tomó la jura a sus seis nuevos ministros, en Casa de Gobierno, tras la derrota electoral y el escándalo de las renuncias de la semana pasada.
Asumieron formalmente sus cargos Aníbal Fernández, al frente del Ministerio de Seguridad; Julián Domínguez, en Agricultura, Ganadería y Pesca; Jaime Perczyk, en Educación; y Daniel Filmus, en Ciencia y Tecnología.
Fernández resaltó que estos últimos días escuchó los pedidos de muchos argentinos y argentinas: "Quiero cumplir con mi palabra de entender por qué la gente votó como votó".
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"Nunca los debates me han preocupado. Me preocupa más un movimiento político silenciado, obediente, que no discute que un movimiento político que reflexiona", sentenció el presidente, al mismo tiempo que insistió en que quiere "dar respuesta a una parte del electorado argentino que evidentemente la pandemia lo ha dejado mal" y que "el crecimiento económico no les llego con la velocidad que queríamos".
Como ha mencionado en otros actos, Alberto consideró que existen dos tipos de país distintos: "No somos parte del país que quiere que los que trabajan pierdan sus empleos sin que nadie los indemnice, que quieren flexibilizar los derechos de los que trabajan, no queremos ser parte del país que quiere seguir con la concentración abandonando al norte y al sur".
"Queremos ser parte de un país que se integre, que trabaje unido, que trabaje con mucha fuerza para sacar de la postergación a los que han quedado postergados, primero por la situación económica heredada", continuó.
No es casual que haya preferido que un gobernador norteño se haga cargo de la jefatura de gabinete, dijo Alberto Fernández.
Alberto aprovechó el momento para destacar que se está volviendo a producir en el país la vacuna contra la fiebre hemorrágica argentina, que había sido abandonada en el años 2017. Utilizando este caso como ejemplo, destacó que quiere "un país que dice que nuestros científicos sigan trabajando para poner en valor a los argentinos dándole la salud que merecen".
Bajo la misma línea, aclaró: "No es casual que haya preferido que un gobernador norteño se haga cargo de la jefatura de gabinete. Lo hice, más allá del cariño, por la convicción de que en ese norte tenemos que trabajar muchísimo para lograr la igualdad tan deseada y postergada".
"La argentina federal no es algo que me gusta declamar sino que es algo que me gusta que ocurra", sentenció Fernández.
"A todos los ministros salientes quiero darles mis gracias honestamente -remarcó- han sido funcionarios ejemplares que dejaron todo de sí en un tiempo muy complejo. Seguramente los recordaremos todos y todas como los peores años de nuestras vidas".
"No me van a ver atrapado en disputas innecesarias, disputas internas. Mi única preocupación es que los argentinos y argentinas vuelvan a ser felices después de tantas desdichas vividas en los cuatro años que precedieron a mi gobierno y en los dos años de pandemia", finalizó el presidente.