Este domingo hubo una nueva explosión en Kabul que dejó al menos un niño muerto y otras tres personas heridas. El ataque fue en un barrio residencial de Khajeh Baghra, cerca del aeropuerto, tres días después del atentado en la capital afgana que mató a más de 170 personas. Tras difundirse la noticia, EE.UU confirmó que realizó un ataque militar contra un posible atacante suicida.
Por el momento, se desconoce si ambos sucesos están relacionados. Mientras tanto, funcionarios estadounidenses informaron a la agencia de noticias AP que el ataque con drones golpeó un vehículo que transportaba a terroristas suicidas del Estado Islámico que se dirigían al aeropuerto de Kabul.
Un oficial precisó que el ataque provocó "explosiones secundarias significativas" que indicaban la presencia de explosivos en el vehículo. Es el segundo ataque de EE.UU contra presuntos objetivos del Estado Islámico en el Jorasán (IS-K) en este fin de semana.
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— Harun Najafizada 🇦🇫 (@HNajafizada) August 29, 2021
Después del doble atentado del jueves con el saldo a 170 fallecidos y más de 200 heridos, que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), el presidente estadounidense, Joe Biden, había considerado "muy probable" un nuevo ataque antes de la retirada de sus tropas el martes próximo.
El secretario de Estado, Antony Blinken, afirmó que quedan solo 300 ciudadanos estadounidenses en Afganistán para ser evacuados, aunque precisó que algunos decidieron quedarse hasta después del 31 de agosto, fecha límite para la evacuación. Aun así, Blinken aseguró que “no se quedarán varados en Afganistán” y que tiene “un mecanismo para sacarlos del país”.
