Daniel Porro, un enfermero de la provincia de Neuquén que fue atacado por sus vecinos tras contagiarse de Coronavirus, falleció tras sufrir un paro cardiaco. El joven fue golpeado, le robaron el auto y hasta le incendiaron la casa para que no regresará al barrio.
Mientras se recuperaba de las lesiones, el hombre contó que atravesaba una situación de violencia extrema contra su persona. El 4 de julio, el enfermero murió y según dijo su papá "nunca se pudo recuperar de aquel rechazo social”.
El día que falleció había ido a dormir a la casa de su madre y en medio de la noche se le detuvo el corazón.
“Desde aquel día, no pudo volver a dormir bien. Trabajaba durante el día y a la noche se acostaba, pero no podía conciliar el sueño. Sufrió mucho e iba a trabajar sin dormir”, agregó el padre sobre la situación que durante un año soportó su hijo.
El hombre declaró que fueron días muy duros tras remarcar que, además del ataque de los vecinos, en el trabajo que tenía en ese momento le soltaron la mano y lo despidieron. A pesar de que trabajó en otro centro de salud, nunca se recuperó. El día que falleció había ido a dormir a la casa de su madre y en mitad de la noche se le detuvo el corazón.
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