En los últimos días la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció que desde el Gobierno analizan la posibilidad de combinar dosis desarrolladas por distintos laboratorios. ¿Por qué? Buscan garantizar la generación de anticuerpos en las personas ya inoculadas, a raíz de la demora en la llegada de los segundos componentes.
Sin embargo, la Argentina no sería el primer país en aprobar esta maniobra. Otros países como Canadá, Corea del Sur, Francia o España ya comenzaron con esta vacunación mixta.
A comienzos de abril, España decidió reservar la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 60 años, tras observarse por debajo de este umbral de edad algunos casos de coágulos sanguíneos causantes de trombosis.
El instituto epidemiológico Carlos III y cinco hospitales españoles organizaron un ensayo clínico sobre la posibilidad de combinar AstraZeneca con Pfizer, cuya conclusión fue “una alta respuesta inmune”, según indicó la ministra de Salud Carolina Darias. En ese sentido el Gobierno español decidió que se podrá administrar el suero de Pfizer a quienes recibieron una primera dosis de AstraZeneca y tienen menos de 60 años.
Las experiencias en el resto de Europa
Francia fue otro país que optó por el denominado “esquema mixto de vacunación” tras la prohibición de administrar la vacuna de AstraZeneca a menores de 55 años. El sitio France 24 consignó que poco más de medio millón de personas se encontraron entonces con un impasse, del que se salió dándoles dosis de Pfizer/BioNTech o Moderna.
Dinamarca, Suecia y Alemania siguieron el mismo criterio y combinaron las dosis de la vacuna de AstraZeneca con otras de Pfizer o Moderna en los menores de 60 años.
Un estudio realizado en el hospital Charité de Berlín, llegó a la misma conclusión que los científicos españoles. Según los resultados publicados en la revista Science , un grupo vacunado con AstraZeneca y luego, diez a doce semanas después, con Pfizer, desarrolló la misma respuesta inmune que un segundo grupo, que recibió dos dosis de Pfizer con tres semanas de diferencia.
