En Colombia, las fatídicas jornadas de protestas y disturbios aún no cesan. A las afueras del mismo estadio donde River enfrentó a Junior, por Copa Libertadores, volvieron a verse lamentables imágenes de represión policial. En esta oportunidad, América de Cali y Atlético Mineiro fueron los receptores de las que se vivía puertas afuera del Romelio Martínez.
Cientos de manifestantes colombianos pedían por un alto a los ataques por parte de las fuerzas de seguridad, impulsados por el presidente Iván Duque. Y otra vez, el gas ingresó en el Romelio Martínez. Mismo estadio que albergó el partido de base de grupos del Millonario.
En esta oportunidad, pudo verse a través de la transmisión oficial de la Libertadores como los jugadores del Mineiro se tomaban la cara y limpiaban las lagrimas de sus ojos. La vehemencia de los gases fue tanta que llegaron, con la ayuda del viento, a afectar a los deportistas.
El miércoles, ocurrió lo propio en Junior-River. ¿Qué dice la Conmebol? Continúa apostando por la política del "siga siga". Tanto el ente del fútbol como las autoridades de la ciudad decidieron seguir adelante con el partido, lo que derivó en enfrentamientos.
Así los manifestantes se enfrentaban con la Policía
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