Entre las muchas decisiones inentendibles del Gobierno Nacional, una destaca en la agenda ganadera del campo argentino. Esa es la nueva apertura a la importación de carne de cerdo, siendo que nuestro país no solo suple lo que se consume a nivel local, sino que también tiene capacidad exportadora.
Si se toma como referencia el informe de precios minoristas de marzo de este año, elaborado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el pechito de cerdo tiene un precio promedio de $4.469, un 50% menos que la carne vacuna.
Mismo caso, si se analiza la suba de precios mensual, semestral y/o anual, la carne de cerdo queda por detrás de la bovina y avícola, en cualquiera de las tres mediciones.
Cabe recordar que la importación de carne de cerdo no es un tema nuevo en el sector agropecuario, ya que durante el Gobierno de Mauricio Macri, cuando Ricardo Buryaile era Ministro de Agroindustria de la Nación, fue uno de los temas que generó mucha bronca en el sector y terminó con la salida del formoseño.
Carne de cerdo con Ractopamina
Por este motivo la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) ve con preocupación la reciente apertura de importaciones de alimentos que, en el caso de la carne de cerdo, "implica una serie de beneficios impositivos para los importadores, generando mucha preocupación en todo el sector productivo".
"Las medidas anunciadas por el Gobierno Nacional están generando un escenario de competencia desleal que puede desencadenar en el ingreso masivo de carne de cerdo importada, principalmente de Brasil, poniendo en riesgo la viabilidad económica de los productores porcinos locales y afectando negativamente a la industria nacional", manifestaron los ruralistas.
Pero el problema es más grave: "En el marco de la Comisión de Producciones Alternativas, se comparó la producción de Argentina con la de Brasil, y se encontró que su producción está apalancada por la utilización de un promotor del crecimiento, denominado Ractopamina, que mejora la productividad en más del 6%".
Cabe destacar que la Ractopamina está prohibido en la Argentina, como así también en 160 países más, que incluyen a los principales mercados como la Unión Europea, China y Rusia, enrolados en una tendencia mundial de producción que va en otro sentido a la que por ahora utiliza Brasil.