O. J. Simpson, la exestrella de la NFL a quien habían acusado de asesinar a su mujer y a un amigo en 1994, murió este miércoles a los 76 años luego de estar años luchando contra un cáncer de próstata. Su familia compartió la noticia a través de sus redes sociales. Al mismo tiempo añadieron que en sus últimos momentos estuvo acompañado por sus hijos y nietos.

En ese sentido, su familia publicó un comunicado sobre su fallecimiento. "El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer", decía el mensaje firmado por sus hijos Arnelle, Jason, Justin y Sydney. "Estuvo rodeado de su familia y amigos que lo amaron hasta el final. Agradecemos la efusión de amor y apoyo que hemos recibido durante este tiempo difícil", indicaron.

Cabe recordar que O. J. Simpson, apodado "The Juice", saltó a la fama en la década de 1970 como uno de los mejores corredores de la historia del fútbol americano. Luego de su retiro del deporte, se convirtió en actor y comentarista deportivo. Sin embargo, su vida dio un giro dramático en 1994 cuando lo acusaron de asesinar a su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y a su amigo Ronald Goldman.

El juicio por los asesinatos se convirtió en uno de los eventos mediáticos más cubiertos de la historia, con millones de personas alrededor del mundo siguiendo cada detalle. Simpson finalmente fue absuelto de los cargos en 1995, un veredicto que aún genera controversia hasta el día de hoy.

Ya en 2007, O. J. Simpson fue condenado por robo a mano armada y secuestro en un caso unrelatedo y sentenciado a 33 años de prisión. Tras cumplir nueve años, le dieron libertad condicional en 2017. En los últimos años, el exdeportista se mantuvo alejado del ojo público y vivía una vida tranquila en Florida. Su muerte ha generado una gran cantidad de reacciones en las redes sociales. Algunos lo recuerdan como un ícono deportivo y otros como un hombre que se libró de la justicia.