Alberto Fernández se sumó ayer a la larga lista de personas que reaccionaron críticamente a la presencia de Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, y al anuncio de la construcción de una “base naval conjunta” con ese país en Ushuaia. El expresidente calificó la actitud de Milei como un “servilismo humillante” y Patricia Bullrich le salió al cruce.

“Cómo se le nota a Alberto Fernández que nunca fue presidente”, soltó Patricia Bullrich en su cuenta de Twitter esta medianoche, citando un tuit de Fernández. El  exmandatario había posteado una foto de Milei con Richardson y escrito que "el Presiente argentino, hablando de ‘expansiones territoriales’, disfrazado de militar junto a una autoridad del ejército de Estados Unidos, nos llena de vergüenza como Nación”.

“Llama ‘disfrazarse’ a que el presidente Milei se ponga el uniforme. Ni se debe haber enterado que durante 4 años fue el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, se descargó la ministra de Seguridad en referencia al momento en  que el presidente viajó a Ushuaia exclusivamente para recibir a Richardson usando una llamativa vestimenta militar. Durante el encuentro, además, sonó el himno de Estados Unidos.

En el tuit al que respondió Bullrich, Alberto Fernández agregó que Milei “ha dado un innecesario discurso que expresa la sumisión argentina a una nación extranjera”. Y añadió: “Sus palabras son también una provocación a nuestras hermanas naciones vecinas y a todos los países con quienes sostenemos fuertes lazos comerciales y culturales”.

Finalmente, manifestó que, al parecer, el actual presidente “no tomó nota ni del fin de la guerra fría ni de la geopolítica que hoy se observa en el mundo”. “Su servilismo es humillante. Creo que nadie le pidió tanto. Ni las autoridades de los Estados Unidos”, concluyó.

Reacciones similares a la de Fernández provinieron de varios frentes y no sólo de su partido político. Mientras que, desde Unión por la Patria, los tres legisladores de Tierra del Fuego exigieron explicaciones ante el Congreso a Luis Petri, varios ciudadanos en general calificaron al acto como una “falta de respeto” y una traición a la patria.