Si alguna vez los seres de otro planeta decidieran visitarnos con buenas intenciones, Argentina tiene un plan infalible para recibirlos: una auténtica pizza napolitana. Este manjar, que ha conquistado cada rincón de nuestro planeta, es la opción gastronómica ideal para un encuentro intergaláctico.
En el país, la pizza es un plato que ha alcanzado una nueva dimensión, despidiéndose de las masas deslucidas y las combinaciones desordenadas de ingredientes. Se ha gestado un auténtico "boom pizzero" que ha elevado este plato humilde a la categoría de obra maestra culinaria.
La pizza napolitana, con su masa canónica y bordes crocantes, se erige como la embajadora de la elegancia gastronómica. La autenticidad de sus ingredientes —harina de trigo, agua, sal y, lo que surja— se convierte en la clave de su sabor inigualable.
En el mundo de la cocina, donde menos es más, hoy compartimos la receta de una auténtica pizza napolitana para que todos puedan emularla en la comodidad de sus hogares. Sin embargo, reconocemos que, aunque los ingredientes sean los adecuados, recrear la magia de un horno de leña napolitano es prácticamente imposible, a menos que tengamos uno capaz de alcanzar los 500 grados que exige esta tradición protegida por la Unesco.
La receta, un arte en cinco tiempos fundamentales: amasado, fermentación, boleado, adición de ingredientes y horneado. Estos cinco pasos, guiados por la calidad de las materias primas, permitirán que la pizza cobre vida en cada hogar, llevando a los comensales a un viaje culinario directo a Nápoles.
Pizza napolitana: paso a paso e ingredientes
- ½ kilo de tomates.
- 1 pizca de sal.
- Pimienta a gusto.
- Agua.
- 200 gramos de mozzarella.
- Aceite de oliva extra virgen.
- Albahaca fresca.
- Preparación de la masa: dividir el bollo de masa en dos y sobre una mesada levemente enharinada, estirarla con cuidado de adentro hacia afuera, asegurándose de dejar un borde sin estirar. La masa es la base, ¡así que tómese su tiempo!
- Montaje en la bandeja: colocar las pizzas en una bandeja de horno ligeramente enharinada. Extender la salsa de tomate con maestría de adentro hacia afuera, dejando un borde sin salsa. ¡Atención! No exagerar con la salsa, queremos evitar que la masa se humedezca en exceso.
- El toque de queso: desmenuzar generosamente la mozzarella y distribuirla sobre la salsa de tomate. Este paso es crucial para lograr ese equilibrio perfecto entre queso derretido y masa crujiente.
- Toque de elegancia: rociar un poco de aceite de oliva sobre las pizzas antes de llevarlas al horno. Este toque final potenciará los sabores y dará un brillo especial.
- El momento del horneado: ¡Al horno bien fuerte! Hornear durante unos 3 o 4 minutos. Mantenga un ojo vigilante para asegurarse de que la pizza alcance la textura perfecta: una masa dorada y crujiente.
- Toque fresco final: retirar las pizzas del horno y coronarlas con hojas de albahaca fresca. Este toque final no solo aporta frescura sino también un aroma irresistible.
