Así como ha pasado en distintas oportunidades con Diego Maradona, el nombre de Lionel Messi le abre puertas a muchos argentinos alrededor del mundo, pero también les salva la vida. Este fue el caso de Ester Cunio, una mujer de 90 años que reside en el kibutz israelí Nir Oz, y que gracias a la mención del nombre del capitán de la Selección se salvó de ser secuestrada el 7 de octubre pasado por Hamas.
Cunio había tenido una gran cena familiar con veinte miembros la noche anterior, pero al día siguiente sólo quedaron doce. Ocho de ellos fueron secuestrados por el grupo islámico y arrastrados hasta Gaza (cuatro de sus nietos, la novia de uno de ellos y el hermano de esta chica), y ella pudo haber sido la novena.
La mañana del 7 de octubre golpearon la puerta de su casa y dos miembros de Hamas ingresaron y le preguntaron dónde estaba su familia. Ella respondió que estaba sola y uno de los hombres le indicó que iba llevársela. “Vos te venís conmigo, acá va a haber sólo fuego”, le gritó enojado porque la mujer no hablaba bien en hebreo ni en inglés.
Eso dio pie a una conversación que derivó en un increíble desenlace. “Le dije que yo hablo en argentino, en castellano”, recuerda la mujer en un reciente documental donde se repasan historias de supervivencia que detallan la masacre en boca de latinos israelíes. Sin embargo, el terrorista ni siquiera conocía el país y le preguntaba qué es Argentina. Fue entonces cuando la respuesta de Ester cambió todo.
La mujer le preguntó si le gustaba el fútbol, a lo que el hombre respondió que sí. "Yo soy de donde es Messi", reveló la abuela, dejando atónito al palestino: "¡¿Messi!? A mí me gusta Messi". Solo al escuchar ese nombre, su actitud cambió por completo: le apoyó un brazo en el hombro, le dio sus armas, le hizo saludar a cámara y juntos posaron para una foto que recorrió el mundo.
“Si él (por Messi) sabe que yo lo mencioné y me salvé, ahora le pediría por mis nietos que están ahí encerrados. Le diría que por favor ruegue a Dios porque son chicos que valen oro”, agrega Ester sobre Ariel y David, los dos nietos que continúan secuestrados desde aquel día. El documental en cuestión se llama Voces del 7 de octubre y fue realizado por la organización Fuente Latina.