Otra semana llega a su fin, y los mosquitos volvieron a invadir el Área Metropolitana de Buenos Aires. Así llega un nuevo poema de la semana, el resumen de noticias en el que Patricio Barton acomoda los versos.
Mientras los mosquitos se hacen un festín, y ya no nos dan las manos para matarlos, los precios siguen subiendo y hasta comprar un repelente se volvió una proeza. Oferta y demanda, amigo. ¿O acaso no la ves?
Leé y escuchá el poema de la semana completo
Pican pican los mosquitos
y con mucho disimulo
verás cómo en el poema
con la inflación los vinculo.
Los precios levantan vuelo
y aumentan a ritmo diario.
Hay uno solo en el suelo:
el precio de tu salario.
Contra el aumento de todo
no existe ni un repelente.
También los mosquitos vuelan
¿le pican al presidente?
“No me pican ni me quejo,
prescindo del mosquitero.
A mi piel yo la protejo
con la campera de cuero”.
"Los bichos no me hacen daño,
¡no me provoquen, no insistan!
Yo solo me pongo triste
si Majul no me entrevista".
“Aunque todo se desplome
no importa lo que yo haga,
cualquier medida que tome
favorece a las prepagas”.
“No soy yo, son los mosquitos
que los tienen de rehenes.
No me interesan las quejas,
tampoco el paro de trenes”.
La situación es muy dura
y que no te suene raro
que por cada picadura
los picados hagan paro.
Las picaduras indican
que el mosquito es de la casta.
El mercado es el que pica
y el Estado no te rasca.